tomas frakin

Para considerarlos como criminales el Estado se puede apoyar en los orígenes delincuenciales de la mayoría de los dirigentes; en la vinculación directa que reconocen con el narcotráfico; en lanaturaleza de su accionar, que se orienta principalmente a atacar las redes supuestas o reales de la guerrilla, mediante la comisión de masacres; o en la condición mercenaria de buena parte de susintegrantes. Esta perspectiva tiene respaldo en la mayoría de las víctimas civiles que difícilmente pueden percibir motivaciones políticas en grupos que asesinan sin fórmula de juicio y se apoderan de regionesenteras mediante el terror. Y tiene también respaldo en la insurgencia que considera a estos antagonistas como instrumentos dóciles del narcotráfico o de los latifundistas o del terrorismo paradarles un tratamiento político al cual se inclinan ya la mayoría de los estudiosos del fenómeno se puede apoyar en la naturaleza de sus intereses ligados estrechamente a la distribución del poder políticoregional y a la defensa de la propiedad sobre la tierra en vastas zonas del territorio nacional; en el reconocimiento de que son, sin duda alguna, un proyecto colectivo que implica a destacamentosarmados, a grupos sociales y a empresarios y líderes políticos; en la plataforma social y política que enarbolan; y en la orientación decididamente contrainsurgente que han tomado.
En este tratamientode criminales el país ensayó en el pasado una política de sometimiento a la justicia tendiente a ganar eficacia en la lucha contra estos fenómenos delincuenciales organizados, que incorporan a un grannúmero de personas y tienen argumento muy sólido algunos sectores de la Fuerza Pública para asumir una actitud pasiva o en ocasiones de cooperación con los paramilitares, es que los paramilitares noatacan en forma directa al Estado y además atacan a la guerrilla, que es el enemigo histórico del orden nacional.
El hecho de que el filo de la acción paramilitar se dirija hacia la población...