Toni morrison y la novela sula

Toni Morrison responde a un típico modelo de escritor estadounidense. Aquel que piensa (y práctica) que se puede desarrollar una literatura “importante” y atractiva a la vez en cuanto sus temas,junto a una búsqueda interesante en el nivel de la escritura. Un polo sirve de contrapunto y límite al otro: si todo se disuelve en los brillos y oscuridades del asunto y sus urgencias pues se corre elriesgo de que lo que brote sea algo más parecido al periodismo y la crónica que a la literatura; si, por el contrario, los recursos formales se “embarrocan” en un nivel tal que aquella materia que secuenta muere asfixiada, entonces lo que queda es un ejercicio de pequeño grupo universitario antes que una saludable búsqueda, provocación y diálogo con los lectores, o sea la comunidad.
Tal vez lasafirmaciones anteriores exageren un poco y habría que agregar algunos matices y modalizaciones, pero el espacio es corto y se impone el trazo grueso. El éxito de crítica y de público que hace muchosaños sostiene Morrison, la cantidad y la repercusión de sus obras más allá de su comarca de origen, el haberse convertido en una escritora popular a la que las editoriales le dedican “bibliotecas”propias, son la demostración de que ha sabido aprovechar con eficacia y talento el equilibrio mencionado.
Sula, la novela que aquí sirve de referencia, publicada originalmente en 1973, es una cabal muestradel arte de Morrison, al menos hasta donde lo conocemos. La autora sabe bien de lo que habla, conoce el barro que usa para la vasija. Su mundo de representación es la historia y la cultura negra delos Estados Unidos percibida no desde sus “hitos” (históricos y simbólicos) y sus grandes personajes, sino desde la gente pequeña, los pueblos del interior norteamericano (Medallion City en este caso) ylos oscuros barrios urbanos. Por eso, su mirada es la de la mujer (como Sula y Nel y sus abuelas y madres y vecinas en esta novela), y en particular la de la niña. En ese sentido se puede leer el...