Toribio ortega, el hombre que inicio la revolucion mexicana de 1910
La Historia del Hombre que Inició
la Revolución Mexicana de 1910
Toribio Ortega
y la Brigada
González Ortega
Por Francisco de P. Ontiveros
(c) Copyright 2001, Derechos Reservados por Armando Ortega Mata.
Prohibida la reproducción en cualquier forma
GRAL. TORIBIO ORTEGARAMIREZ,
INICIADOR DE LA REVOLUCION MEXICANA DE 1910
PRESENTACION
Con mucho orgullo publico este libro que por 88 años ha sido un tesoro disfrutado casi exclusivamente por los familiares del General Toribio Ortega Ramírez. Escrito y publicado por uno de sus leales soldados, Francisco de P. Ontiveros, testigo ocular de la mayoría de los hechos narrados, a apenas escasos meses del fallecimientodel General, más que una herencia familiar, el documento es un verdadero texto histórico.
Sin editar en forma profunda, solamente he corregido unos cuantos errores ortográficos, sin pretender haberlos desaparecido todos.
La historia del General Ortega ha sido historia viva en mi familia durante casi un siglo. Mi abuelo, Armando Ortega Ramírez, su hermano, participó con él en muchos de los eventosdestacados del principio de la Revolución. Mi padre, Cruz Ortega Padilla, nacido el 24 de noviembre de 1905, y fallecido hace apenas 17 años, me mostraba, por fuera, —y me contaba historias, no todas muy agradables, de su infancia en la Revolución— las dos casas donde vivieron ambas familias en la ciudad de Chihuahua, la quinta de Juárez y Colón y la ubicada en Independencia y Bolívar, frente alPanteón de La Regla, donde murió el General.
Mi padre escuchó los primeros disparos de la Revolución de 1910 y estuvo presente cuando Toribio y 60 hombres valientes (con ellos mi abuelo Armando) se levantaron en armas contra Porfirio Díaz el 14 de Noviembre de 1910, los primeros que lo hicieron en todo el país.
El patriotismo, la lealtad y la honradez del General Ortega, así como su sobradavalentía y su gran corazón, desde las historias oídas en mi tierna infancia hasta los testimonios fehacientes de personajes tales como John Reed y tantos otros observadores independientes, armonizan con las historias vivas contadas por aquellos que conocieron y trataron de cerca al General, algunos de los cuales, longevos y lúcidos, conocí de niño.
Testigo también he sido, durante la segunda mitaddel Siglo XX, de cómo los regímenes revolucionarios, por razones inconfesables, han tenido a la Cuna de la Revolución, Cuchillo Parado, en el mayor de los abandonos. Nunca supe, por ejemplo, de que las familias de los 60 héroes hayan sido protegidas o pensionadas o beneficiadas de alguna manera por el gobierno. Si alguna vez hubo ayudas, todas se quedaron en un cedazo del aparato gubernamentalconocido como gobierno municipal de Coyame.
Mi pueblo no ha merecido siquiera 14 kilómetros de carretera para unirlo a la civilización. Si algún progreso se mira en mi pueblo, se debe al esfuerzo individual de sus habitantes, la mayoría de los cuales han emigrado a los Estados Unidos.
Cada año, el 14 de Noviembre, diferentes autoridades visitan el lugar por una o dos horas y hacen su función de lacual el pueblo solamente mira con una incredulidad que ya casi cumple cien años. El pueblo que cimbró a México ha sido reducido a simple espectador de un circo.
Chihuahua, la capital de las estatuas, no ha podido abrir los ojos y honrar al más grande de sus héroes. Los traidores, como Pascual Orozco y otros, son honrados en avenidas que llevan su nombre. Qué cierta la sentencia que dice que lahistoria la escriben los vencedores (y sus hijos): los vencedores de la Revolución no fueron los que la hicieron, sino los que la explotaron.
El General Toribio Ortega merece más que una estatua en el sitio más visible de la ciudad de Chihuahua. Merece que su historia se conozca y que se aprecie su heroísmo y su entrega por las mejores causas de México. Este libro muestra la grandeza de un hombre...
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