¿Toros Sii, Torosss No?
“Antes deescribir este poema, vi que tenía que elegir entre perder una raza o que el regalado toro tuviera su parte de sufrimiento, como lo tenemos todos losseres vivos. Me quedé perpleja y le preguté al toro: -¿Corridas, no? -Y mi raza ¿Qué?- me contestó”.
Habla el toro:
Pamplinas, solo pamplinaspamplinas, politiqueos…
si yo me defiendo solo
yo solito me defiendo.
Traigo fuego en los puñales
que llevan la muerte dentrosostenido en cuatro mazas
muy bien plantás en el suelo.
Señores, no sientan pena,
que solito me defiendo.
Entro al trapo, ciño el cuerponoble toro, toro negro.
Si vivir quiero en el campo
pá morir prefiero el ruedo.
Y así se hace mi raza
con entraña, con contento.
Elporqué de mi existencia
la razón de mi denuedo.
Dejen, señores, el llanto
pá niños que no nacieron,
que ventaron su lecho
a unos seresindefensos.
Dejen, señores, la pena
que eso pa mí no lo quiero,
que por ver la cara al hombre
yo nací dentro del duelo
y en sus ojosencontré
respeto, valor y miedo.
Díganme, entonces, ahora
si es que motivos no tengo
qué pinto rumiando solo.
Qué pinto, solo pá eso.
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