totem y tabu
De los estados de desarrollo por los cuales atravesó el hombre de la prehistoria tenemos noticia merced a los monumentos y útiles inanimados que nos legó, a los conocimientos que sobre su arte, su religión y su concepción de la vida hemos recibido de manera directa o mediante la tradición contenida en sagas, mitos y cuentos tradicionales, y a los relictos que de su modo depensar perduran en nuestros propios usos y costumbres. Pero, además, él es todavía en cierto sentido nuestro contemporáneo; viven seres humanos que, según creemos, están todavía muy próximos, mucho más que nosotros, a los primitivos, y en quienes vemos entonces los retoños directos y los representantes de los hombres tempranos. Tal es el juicio que formulamos acerca de los pueblos llamadossalvajes y semisalvajes, cuya vida anímica cobra particular interés si nos es lícito discernirla como un estadio previo bien conservado de nuestro propio desarrollo.
Si esa premisa es correcta, una comparación entre la «psicología de los pueblos naturales», tal como nos la enseña la etnología, con la psicología del neurótico, que se nos ha vuelto familiar por obra del psicoanálisis, no podrá menos querevelarnos numerosas concordancias y permitirnos ver bajo nueva luz lo ya consabido en aquella y en esta.
Por razones intrínsecas y extrínsecas escojo para esta comparación las tribus que los etnógrafos han descrito como los salvajes más retrasados y menesterosos: los pobladores primordiales del continente más joven, Australia, que también en su fauna nos ha conservado tantos rasgos arcaicos,sepultados en otras partes.
Los pobladores primordiales de Australia son considerados como una raza particular que no presenta parentesco físico ni lingüístico con sus vecinos más cercanos, los pueblos melanesios, polinesios y malayos. No construyen casas ni chozas permanentes, no labran la tierra, no tienen otro animal doméstico que el perro; ni siquiera conocen el arte de la alfarería. Se alimentanexclusivamente de la carne de los animales que pueden cazar y de las raíces que desentierran. Desconocen reyes o príncipes, la asamblea de los hombres adultos decide en los asuntos comunes. Es harto dudoso que se les pueda atribuir unas huellas de religión en la forma de la veneración de seres superiores. Las tribus del interior del continente, que a consecuencia del clima desértico tienen queluchar con las más duras condiciones de vida, parecen ser, en todos sus rasgos, más primitivas que las que viven cerca de la costa.
De estos caníbales pobres y desnudos no esperaríamos, desde luego, que en su vida sexual observaran reglas éticas como las entendemos nosotros, o sea, que impusieran un alto grado de restricción a sus pulsiones sexuales. No obstante, nos enteramos de que se han fijadocomo meta, con el mayor cuidado y la severidad más penosa, evitar relaciones sexuales incestuosas.
Y aun su íntegra organización social parece servir a este propósito o estar referida a su logro. En lugar de las instituciones religiosas y sociales que les faltan, hallamos en los australianos el sistema del totemismo. Las tribus australianas se dividen en estirpes {Sippe} más pequeñas o clanes,cada uno de los cuales lleva el nombre de su tótem. Ahora bien, ¿qué es el tótem? Por regla general, un animal comestible, inofensivo, o peligroso y temido; rara vez una planta o una fuerza natural (lluvia, agua) que mantienen un vínculo particular con la estirpe entera. El tótem es en primer lugar el antepasado de la estirpe, pero además su espíritu guardián y auxiliador que le envía oráculos; auncuando sea peligroso, conoce a sus hijos y es benévolo con ellos.
Los miembros del clan totémico, por su parte, tienen la obligación sagrada, cuya inobservancia se castiga por sí sola, de no matar (aniquilar) a su tótem y de abstenerse de su carne (o del consumo posible). El carácter de tótem no adhiere a un individuo solo, sino a todos los de su especie. De tiempo en tiempo se celebran fiestas...
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