toxicologia
Y menos mal si la cosa se quedaba en eso: latrocinio puro y duro a través de la compra obligada para los adeptos de las publicaciones del santón de turno, de objetos variados con lasimbología de la secta, etcétera. Aunque en todas partes suceden hechos de este tipo, en el mundo anglosajón y sobre todo en Estados Unidos, estos locos de atar que están convencidos de ser enviadosdel «Altísimo» son legión. Son tantos que sólo cuando alguno provoca una tragedia de características dantescas logra acaparar las primeras planas de la actualidad.
Unos 900 seguidores del Templo delPueblo se quitaron la vida como protesta en un suicidio colectivo
Jim Jones, fundador y guía del Templo del Pueblo, lo consiguió con creces un día de noviembre de 1978 al proponer (y obligar) atodos sus seguidores reunidos en Jonestown (Guyana) un suicidio colectivo como protesta a la visita del congresista Leo Ryan. Sus seguidores se habían dirigido al campamento ante las innumerablesdenuncias que se habían recibido por las extravagancias y peligros de que hacía gala su iluminado dirigente. A la llegada de Rvan, Jones y los suyos empezaron a gritar contra su presencia para, después,alentar a sus seguidores a expulsarlo de allí y, ya en pleno paroxismo colectivo, conseguir un imprevisto linchamiento de Ryan y cuatro de sus acompañantes.
Es entonces, con los cuerpos desfigurados ytodavía calientes de los visitantes y, sin duda, sabiendo lo que le esperaba, cuando Jim Jones propuso (más bien ordenó) que todos se entregaran a la muerte en un gran ritual final. Estos, en bloque,...
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