Toyota

DISEÑO. Líneas conservadoras pero elegantes en sus dos versiones, que apenas tienen algunas diferencias dadas por unos pocos detalles cromados en el V6. Quizá nadie se dé vuelta para mirarlo, peroes un auto con buena presencia y logradas proporciones.

CONFORT. La pregunta es si el Camry se disfruta más al volante (impecable posición de manejo con regulaciones eléctricas de butaca y columnade dirección) o en el asiento trasero, donde ofrece un espacio absolutamente sobrado para cualquier anatomía. Además, este V6 tiene regulación eléctrica de los respaldos, que se comanda desde elapoyabrazos central. En el mismo módulo se regula la climatización trasera, se acciona la cortina parasol posterior y se puede operar el audio. Mejor, imposible.

A bordo reina el silencio y todo esmuy sobrio, quizá con algunos detalles y comandos un poco antiguos, pero siempre con buen tacto y correcta ubicación. La pantalla táctil central nuclea unas cuantas funciones y también proyecta lasimágenes de la cámara de retroceso. El equipamiento (ver recuadro adjunto) resulta completísimo pero anotamos la falta de navegador. Otra de las críticas va para el baúl, con 483 litros; una capacidadalgo por debajo del promedio en este segmento.

MOTOR. La suavidad y progresividad de este motor V6 3.5 es notable. Sólo cuando se pisa a fondo el acelerador muestra su carácter con un "ronroneo"fuerte que anuncia sus 277CV. Funciona muy bien la caja automática-secuencial de seis marchas, con una sexta bien larga que hace girar al motor a muy bajas revoluciones por minuto en ruta. Por eso, losconsumos son muy adecuados e, inclusive, en el tablero se puede ver la indicación "Eco" para saber si estamos realizando una conducción económica y menos contaminante.

DINÁMICA. Lógicamente, elCamry está orientado al confort, no sólo por lo acogedor de su habitáculo sino también por la puesta a punto de las suspensiones. En ciudad su andar resulta un verdadero placer, ya sea rodando sobre...