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Florencia Dragovetsky.
Lic. en Comunicación- Prácticas Territoriales.
Trabajo práctico nº 1

En mayo de 2013 comencé a formarme en temas de género y feminismo.
Habíamos formado un grupo deestudio con mis compañeras de militancia de aquel entonces, el grupo era bastante heterogéneo en cuanto a edades, historias de vida y conocimientos de la temática. Recuerdo que cuando esto empezó yoera bastante escéptica y tenía muchísimos prejuicios sobre feminismo y las feministas.

Nos juntábamos una vez por semana, leíamos textos y hacíamos una puesta en común sobre lo que cada unaentendía e interpretaba.
Al principio las reuniones eran más catárticas que otra cosa, terminábamos siempre hablando de experiencias personales que se daban en nuestras familias, en el trabajo, connuestras amistades y mismo con los compañeros varones. Esto se repetía cada vez que se integraba alguna nueva compañera al grupo. Además eran muy movilizadoras estas reuniones porque cada nuevo textoo nuevo concepto q adquiríamos ponía en jaque un montón de supuestos que traíamos aprehendidos desde que tenemos memoria.

A los meses de haber empezado esta formación ya todas habíamos cambiado,nos relacionábamos desde otro lugar entre nosotras y con nuestros entornos ya que entendíamos el mundo desde otra concepción. Esto fue muy difícil, poníamos en tensión constante lo que habíaformado parte de nuestras bases de entendimiento de todo. Lo que antes estaba establecido ahora estaba siendo puesto a prueba, o bajo una lupa, o reconsiderado por nosotras mismas.
Algunas nopudieron soportar lo que tal transformación traía aparejado, porque cuando uno cambia en el entorno también se produce un movimiento, y abandonaron el grupo; unas cuantas lograron sumar a su familia yparejas a que se formen también y comiencen a replantear poner en tensión lo establecido; y finalmente otras, como yo, a la larga terminamos separándonos de nuestras parejas de ese momento....