La nefasta influencia de Del Carril se aprecia en esta carta de Lavalle a Brown Desde que emprend esta obra, tom la resolucin de cortar la cabeza de la hidra, y slo la carta de Vuestra Excelencia puede haberme hecho trepidar un largo rato por el respeto que me inspira su persona. Yo, mi respetado general, en la posicin en que estoy colocado, no debo tener corazn. Vuestra excelencia siente por smismo, que los hombres valientes no pueden abrigar sentimientos innobles, y al sacrificar al coronel Dorrego, lo hago en la persuasin de que as lo exigen los intereses de un gran pueblo. Estoy seguro de que a nuestra vista no le quedar a vuestra excelencia la menor duda de que la existencia del coronel Dorrego y la tranquilidad de este pas son incompatibles. EL general Lavalle decide fusilar aDorrego el 13 de diciembre. El gobernador derrocado se despeda de sus seres queridos Mi querida Angelita En este momento me intiman que dentro de una hora debo morir ignoro por qu ms la Providencia Divina, en la cual confo en este momento crtico, as lo ha querido. Perdono a todos mis enemigos y suplico a mis amigos que no den paso alguno en desagravio de lo recibido por m. De los cien mil pesos defondos pblicos que me adeuda el Estado, slo recibirs las dos terceras partes el resto lo dejars al Estado. Mi vida, educa a esas amables criaturas, s feliz, ya que no has podido ser en compaa del desgraciado. A sus dos pequeas hijas deca Querida Angelita Te acompao esta sortija para memoria de tu desgraciado padre. Querida Isabel te devuelvo los tiradores que hiciste a tu infortunado padre. Lavallefusil a Dorrego y as lo anunci en un Bando Participo al Gobierno Delegado que el coronel Dorrego acaba de ser fusilado por mi orden, al frente de los regimientos que componente esta divisin. La historia juzgar imparcialmente si el coronel Dorrego ha debido morir o no morir, y si al sacrificarlo a la tranquilidad de un pueblo enlutado por l puedo haber estado posedo de otro sentimiento que el delbien pblico. En Buenos Aires, las repercusiones de la muerte de Dorrego no se hicieron esperar y el propio grupo que haba gestado el golpe de Estado se alej estratgicamente de Lavalle, quien haba sido designado gobernador provisorio, pero an no haba regresado a la capital. En las provincias del interior la situacin no era muy distinta. Finalmente, ante la inminencia de una guerra civil, Lavalleaccedi a reunirse con Juan Manuel de Rosas, cuya influencia era cada vez ms importante en los crculos federales que asediaban continuamente a las fuerzas de Lavalle. La reunin se produjo en Cauelas, en junio de 1829 all Lavalle y Rosas firmaron un pacto por el cual se decidi el cese de las hostilidades, la eleccin de autoridades para la reinstalacin de la Legislatura, que nombrara a un gobernador alque ambos se someteran junto con sus fuerzas. En tanto esto suceda, Lavalle ejercera el cargo de gobernador provisorio y Rosas el de comandante general de la campaa. El pacto tena una clusula secreta, en la cual Rosas y Lavalle se comprometan a conseguir el triunfo de una lista de candidatos a diputados que haba sido concebida por Rosas. Pero los unitarios de Buenos Aires se negaron a suscribir esalista. La ciudad se vio envuelta nuevamente en un conflicto armado entre federales y unitarios, y Lavalle, sin capacidad de respuesta, anul las elecciones y firm un nuevo pacto con Rosas, por el cual Juan Jos Viamonte fue nombrado gobernador provisorio. A partir de entonces, la situacin de Lavalle en Buenos Aires se volvi insostenible y debi exiliarse en la Banda Oriental. All lo encontr lanoticia del ascenso de Rosas a la gobernacin, como consecuencia de una fuerte campaa de prensa en la cual Don Juan Manuel hablaba de Manuel Dorrego como un mrtir de la patria y de Lavalle como un salvaje asesino. En tanto, el general Jos Mara Paz, que encabezaba la oposicin unitaria del interior, se consolidaba en la provincia de Crdoba, desde donde lanz la llamada Liga del Interior, que pretenda...
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