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Bono compra tierras en Tupungato, la mitad de Malargüe es de los malayos y el Valle de Uco es zona cosmopolita donde franceses, españoles, italianos, norteamericanos y griegos invierten en tierras y bodegas. Todo esto no es casualidad, Mendoza es una de las regiones más atractivas para inversiones vitivinícolas en el mundo tanto por su Malbeccada vez más difundido, como por el encanto natural de una provincia sudamericana con una economía accesible.
Agua dulce y tierras aptas para la producción y la explotación subterránea son riquezas que colocan a la Argentina entre los países para realizar inversiones más apetecibles, sumado a eso la moda mundial de viñedos en la tierra del tango, colocan a Mendoza en la primera fila para losinversionistas vitivinícolas o simplemente para aquellos amantes del vino que quieren hacer el propio. Si bien, en nuestra provincia, las inversiones extranjeras en vitivinicultura impulsaron un mercado con vuelo que estaba prácticamente sin explotar y que hoy en día nos permite posicionarnos como la octava capital del mundo en la materia, también es cierto que una importante extensión de tierras dejó deestar en manos mendocinas para pasar a ser capitales extranjeros.En el país, la venta de inmuebles rurales a extranjeros no está regulada ni existe un registro oficial de tales operaciones. Por lo tanto es imposible contar con datos ciertos sobre la cantidad de hectáreas que ya han pasado a manos foráneas en las distintas provincias y por supuesto Mendoza no es la excepción. Ningún organismogubernamental (Registro de la propiedad, Dirección de Catastro, INV) registra las propiedades adquiridas por extranjeros, y este es uno de los detonantes que manifestaron más ruido ante el proyecto de ley impulsado por la presidente Cristina Fernández, que limita la venta de tierras a extranjeros.
La iniciativa tiene por objeto crear un registro único nacional de bienes inmuebles (actualmente dependede cada una de las provincias) “para la protección del dominio nacional de las tierras rurales”. El proyecto oficial contempla no modificar los derechos adquiridos por actuales tenedores de tierras y, de aprobarse, el nuevo registro no demoraría más de 180 días en entrar en vigencia.
En principio, la normativa propuesta establece que los extranjeros solo pueden comprar 1.000 hectáreas porregión, aunque la presidente haya aclarado que es un aspecto a evaluar. En nuestra provincia, los inversores más grandes fueron los malayos que compraron 250.000 hectáreas en la Cordillera andina con fines básicamente turísticos en el reconocido centro de esquí Las Leñas. Esto significa prácticamente la mitad de Malargüe, lo cual incluye riqueza patrimonial y la connotación de estar en una zona defronteras.
Este tipo de inversiones en nuestra provincia son las menos, ya que la mayoría están enfocadas en tierras vitivinícolas comercializadas en menores extensiones, aunque, al sumar a todos los inversionistas que compran entre 40 y 50 hectáreas promedio, se llega a unas 250.000 hectáreas aproximadamente en manos de españoles, italianos, franceses, norteamericanos, canadienses y chilenos.David English, proveniente de Estados Unidos, lleva más de diez años en Mendoza asesorando a extranjeros en negocios locales y asegura que la inversión en tierras para el usufructo de la vid ha disminuido notablemente porque el valor de la tierra han aumentado de manera significativa. “En los últimos años, hay menos gente extranjera comprando propiedades grandes. La mayoría compra dos o tres hectáreasen emprendimientos que son administrados como Tupungato Winelands o The Vines of Mendoza, complejos en los que se evitan riesgos y pueden tener su propio viñedo” explica el asesor, quien además aclara que “esto no es una cuestión de inversión, sino un placer que se dan los extranjeros amantes del vino al tener su propio viñedo y elaborar vino propio en una región que actualmente cotiza por su...
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