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Cuando elmorbo nos hace actuar
Hace dos años, navegando por internet, una prima mía me envía un mensaje con un link de una noticia. La noticia se trataba sobre una mujer que se había suicidado por una decepciónamorosa derivada de un noviazgo virtual. Antes de suicidarse, se sacó una foto con una sábana en el cuello y la subió a internet con una dedicatoria para sus familiares y su ex novio cibernético,anunciando su suicidio.
Al finalizar este artículo, inmediatamente busqué su perfil y hallé la foto. Su sitio de Facebook subió el número de visitantes y comprobé que una gran cantidad de usuarios habíancomentado y compartido la foto.
¿Por qué razón no haberme quedado solamente con la lectura del artículo? ¿Por qué razón buscar aquel perfil y verificar si la foto seguía ahí? ¿Por qué variaspersonas más habían replicado esta acción? Y no solamente eso, sino que también le habían puesto “Me gusta” a aquella imagen. Hay una sola razón y es nada más que eso.
Es la característica humana, innata,que todos poseemos y que algunos no quieren reconocer. Y no es culpa de ellos que no la quieran reconocer. No. Es de la tendencia que tenemos de ser moralmente correctos, impolutos, excesivamenteeducados y discretos.
No es fácil reconocerse a sí mismo con alguna veta de morbosidad, porque ante la sociedad seriamos rechazados. Esta no tolera las conductas morbosas. Sin embargo, todos los quepertenecemos, sentimos morbo por una u otra determinada situación.
Claro que es normal tener morbo hasta cierto punto, sino ya estaríamos hablando de una grave patología. El auto control es lo que separaque sea normal o no.
El morbo es tabú y romper un tabú es considerado como una falta grave condenado por la sociedad que lo impone. Sin embargo el morbo atrae, dado que como todo tabú, genera...
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