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1- La película “El nombre de la Rosa”, ambientada en una abadía en el siglo XIV, advierte el poder y su relación con la lectura. Si queremos definir quiénes leen, debemos afirmar que las personasque adquieren esta posibilidad poseen dos características: poder (en relación al rango eclesiástico) e inteligencia para poder hacerlo (vemos cómo se construyen personajes tontos que son burlados porlos poderosos e inteligentes).
Por otro lado podemos pensar que ese poder está ligado a la división de clases propia del feudalismo (nos referimos una etapa medieval y pre-capitalista). En generallos reyes y los príncipes eran analfabetos, y los campesinos demasiado explotados como para tener tiempo y aprender a leer. El clero, por el contrario, poseía una jerarquía bien determinada, por lo quelos altos mandos tenían a su servicio a los monjes de la abadía y por ello podían acceder al aprendizaje de la lectura.
Sin embargo no es un dato menor el hecho de poseer una biblioteca(paradójicamente custodiada por un ciego). La iglesia, a través de la inquisición y del “index de libros prohibidos”, había adquirido el poder como para decidir quiénes eran aptos para leer y qué había que leer.Es por ello que, bien como se muestra en la película, advertimos una biblioteca de laberintos y escondida de posibles curiosos.

2- La escritura guarda (como siempre) cercana relación con la lectura,sin embargo los que escriben pueden o no ser los mismo que los que leen. Es decir, los que escriben lo hacen para reproducir libros. Luego del desarrollo del papel, y antes del de la imprenta, loslibros se reproducían a mano. Es por ello que eran necesarios copistas para llenar las bibliotecas.
Por otro lado están los traductores, que son aquellos a los que se les permite (siempre pensando en laIglesia como institución de poder) escribir, para traducir (del griego) las escrituras de los grandes maestros de la antigüedad. Sin embargo también existían restricciones para escribir, la...