Trabajadora social
Nadie sabía con precisión qué iba a suceder el 20 de julio de 1810, pero se podía observar que algo iba a ocurrir. Fue un viernes, día de mercado y todo el pueblo caminabapor las calles de Santa Fe.
Según relatan, los criollos fueron al almacén de Llorente a pedirle prestada una pieza. Algunos dicen que fue un ramillete, otros un farol y otros un florero, con el finde decorar la mesa de Antonio Villavicencio. Llorente se resiste porque dice que la pieza está maltratada y en mal estado. Se arma el tumulto y se convoca a un cabildo abierto poniéndose en conexióncon lo que ocurre en las otras provincias de la Nueva Granada y lo que ocurre en las otras colonias españolas".
Poco antes de las doce del día, como estaba previsto, se presentaron los criollos anteLlorente y después de hablarle del anunciado banquete a Villavicencio, se le pidió prestado la pieza para decorar la mesa. Llorente se negó, pero su respuesta no fue dada en términos groseros. Selimitó a explicar diciendo que la había prestado varias veces y ésta se estaba maltratando y por lo tanto, perdiendo su valor.
Entonces intervino Caldas, quien pasó por frente del almacén y saludó aLlorente, lo que permitió a don Antonio Morales, como estaba acordado, tomar la iniciativa y formular duras críticas hacia Llorente. Morales y sus compañeros comenzaron entonces a gritar que el comercianteespañol había respondido con palabras contra Villavicencio y los americanos, afirmación que Llorente negó categóricamente.
Mientras tanto los principales conjurados se dispersaron por la plazagritando: ¡Están insultando a los americanos! ¡Queremos Junta! ¡Viva el Cabildo! ¡Abajo el mal gobierno! ¡Mueran los bonapartistas! La ira se tomó el sentir del pueblo.
Indios, blancos, patricios,plebeyos, ricos y pobres empezaron a romper a pedradas las vidrieras y a forzar las puertas. El Virrey, las autoridades militares y los españoles, contemplaron atónitos ese súbito y violento despertar de...
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