trabajo de caste

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Eran las 8:15 de la mañana, sonó el timbre del descanso y como de costumbre salimos corriendo a la cafetería a comprar. Cuando todos teníamos el desayuno en la mano, nos dirigimos al puente y al llegar encontramos al profesor Harold quien con su increíble memoria nos hizo recordar todas las travesuras que hicimos en séptimo grado, justo en ese instante fue cuando viajamos al pasado denuestros recuerdos.
2hilo
En una mañana fría y lluviosa me levante y me di cuenta de que las vacaciones habían terminado, mi madre me tenía listo el desayuno y yo aún no podía creer que dos meses y medio, al parecer, había transcurrido en “una semana”. Llegue al colegio y como siempre en el primer día de clases nos hicieron ir al coliseo, en donde el padre rector nos dio una catedra sobre todas lasmetas propuestas para el año lectivo. Entre al coliseo y me encontré con esteban y el negro, estábamos emocionados puesto que el grado séptimo parecía ser un año lleno de nuevas aventuras y experiencias por vivir.
Llegamos al salón y como siempre todos corrimos a escoger el mejor pupitre y el mejor lugar del salón. El negro, esteban y yo buscamos hacernos juntos en las parte de adelante. En elsalón se notaban las caras de angustia y al mismo tiempo emoción, por el hecho de saber quién iba a ser nuestro orientador de grupo. En el momento menos pensado entro Harold, y la primera impresión que tuvimos de él fue que parecía ser un viejo un poco amargado, gruñón y estricto, pero al instante cambio ese pensamiento cuando el empezó a contarnos de manera fascinante algunas anécdotas de sucesos queel vivió desde niño. En un principio dichas anécdotas eran emocionantes pero después se convirtieron en algo aburridor y monótono.
El negro y yo estábamos hablando de los compañeros nuevos que iban a llegar ese año, justo en ese momento fue cuando entraron al salón tres niños nuevos, el silencio se apodero del lugar, pero Harold rompió con el silencio cuando los hizo parar al frente del tableropara que se presentaran ante todo el salón. Entre los nuevos el más gordito fue quien hablo de primero diciendo:
Hola, soy Santiago reyes y vengo del colegio pio XII
El cachetón!-exclamo el negro, siempre con su imprudencia.
Después se presentó un niño que tenía apariencia de ser un poco mayor para estar en séptimo, él dijo:
Hola chicos soy juan luna y vengo del colegio Philadelphia.
El viejo!!-volvió a exclamar el negro nuevamente con su imprudencia.
Y por último se presentó un niño que usaba gafas y tenía un color de piel un poco indio, él dijo:
Hola muchachos yo soy Silvio y vengo desde Medellín.
El indígena!!- ataco de nuevo el negro con su imprudencia por delante.
Después de que se presentaron los chicos nuevos, esteban, el negro y yo, fuimos a hablarles un poco y a conocerlos más,en ese momento fue cuando nos dimos cuenta de que “la banda” había crecido y tenía nuevos integrantes.
Al conocerlos pudimos darnos cuenta de que Santiago era un chico muy gracioso y que hacía reír a la gente con sus ocurrencias. Silvio, al principio, era un niño más tímido y serio pero con el tiempo se adaptaría y tomaría más confianza. Luna era un chico que le gustaba hablar mucho y por eso lepusieron el apodo de “caretudo”.
Después de todo se acabó nuestro día, cada uno salió para su casa, yo a entrenar zonda, Silvio, Luna y negro a entrenar futbol, Santiago y esteban a montar bicicleta, nos gustaba mucho el deporte, paso la tarde y la noche.
Al día siguiente en la mañana al entrar al salón de clases me senté y como siempre me eche a dormir, poco a poco fueron entrando todos y cada unode mis compañeros, pero hubo uno con la maravillosa idea de interrumpir mi descanso, sentí un golpe en la cabeza y un grito fuerte que decía –levántate bobo-¿quién era? Nada más y nada menos que Santiago, todo con el fin de lograr hacer reír a todos.
Ese día en las dos primeras horas veíamos sociales, con el profesor Julián Paredes, le decíamos el borracho, los nuevos se preguntaron porque,...