trabajo de de la rua

La poltica econmica llevada a cabo por la Alianza al llegar sta al poder, dej en claro que, ya sea por debilidad, falta de autonoma de los actores estatales o por sus mismas preferencias (cuestin que intentaremos analizar luego), continuara los parmetros instaurados por su predecesor. El flamante gobierno, como seala Sidicaro, tomaron al pie de la letra los discursos electorales que nocuestionaban fundamentos del modelo, sino administrarlo sin la corrupcin menemista Para que realmente pudiramos hablar de una ruptura con el pasado, tendran que haberse modificado profundamente algunos puntos fundamentales de los condicionamientos del pas, como la cuestin de la deuda externa, su resultado inmediato que es la dependencia del ingreso de capitales externos en el mbito de la convertibilidad yprincipalmente una poltica econmica y social independiente, que permitiera atender en primer lugar los reclamos de los sectores ms desposedos de la sociedad. Pero nada de esto sucedi. Como seala el periodista Daniel Muchnik, teniendo sobre la mesa la ola de iniquidad heredada del menemismo, la Alianza puso, desde el primer da de ejercicio del poder, el nfasis en el gasto fiscal no en solucionarla indigencia, sino por el contrario, en recortar los gastos del estado y en la supresin de polticas activas que de hecho podran suplir muchas necesidades. (...)Y as, privilegiando los acuerdos con los organismos de crdito internacionales y con los sectores financieros se preocup ms por la salud fiscal que por la armona social. (Revista Realidad Econmica, art. 171). No pude dejar de verse que elgobierno hered del menemismo un dficit fiscal de ms de 10.000 millones de pesos que, dicho sea de paso, no se debi precisamente a un exceso de Estado Benefactor sino ms bien de las condiciones instauradas por el mismo Modelo neoliberal y una combinacin de subvenciones explcitas o implcitas hechas a grandes grupos econmicos. Pero, ahora bien, ante esta herencia, lejos de apelar a una polticafiscal progresista con medidas como el castigo a la evasin, la recuperacin de la base impositiva del consumo o el reintegro de los aportes patronales a las grandes empresas de servicios, como lo sugeran algunos miembros de la Alianza y un sector de la UIA, el gobierno adopt desde el inicio la visin ortodoxa defendida por el stablishment, que considera que el dficit genera desconfianza en los inversoresy aumenta el riesgo pas -medido segn las calificaciones de las evaluadoras de riesgo-, desalentando el ingreso de capitales y provocando un encarecimiento en el costo de financiamiento, y que, por lo tanto, su reduccin es primordial para estimular el ingreso de capitales y la reactivacin. As, la obsesin de los tres ministros de economa que se sucedieron en sus dos aos de gobierno fue el problemadel Dficit con una visin claramente ortodoxa, consideraban que de lograrse, su reduccin sera tomada por mercados como seal positiva que mejorara la calificacin de riesgo pas y, bajando tasa inters, los impulsara a invertir en Argentina haciendo que el pas volviese a crecer. Entonces, de este modo, su poltica consisti en darle prioridad al ordenamiento de las cuentas pblicas, logrando que, as, lasmoderadas intenciones iniciales del gobierno delarruista se convirtieran en una gran ofensiva antipopular para extraer recursos de estos sectores, para bajar el dficit fiscal dejado por Menem, que en definitiva era resultado de problemas estructurales de esa economa no resueltos Veamos las principales medidas econmicas llevadas a cabo por el gobierno en sus dos aos de gestin El 10 de Diciembrede 1999, Fernando de la Ra asume la presidencia, nombrando como Ministro de Economa a Jos Luis Machinea. Ya al asumir, el gobierno afirm que el dficit fiscal era ms elevado que el reconocido oficialmente y que se tornaba indispensable ajustar las cuentas pblicas para dar seales de confiabilidad a los inversores. Para alcanzar su objetivo el gobierno lanz, en primer lugar, el impuestazo un...