trabajo de leoye
Érase una vez una Caperucita Roja de James Finn Garner Galit Oxmann
Persona decorta edad llamada Caperucita roja que vivía con su madre en la lindede un bosque. Un día, su madre le pidió que llevase una cesta con fruta fresca y agua mineral a casa de su abuela, pero no porque loconsiderara una labor propia de mujeres, atención, sinoporque ello representaba un acto generoso que contribuía a afianzar la sensación de comunidad. Además, su abuela no [1] estaba enferma; antesbien, gozaba de completa salud física y mental y eraperfectamente capaz de cuidar de sí misma como persona adulta y madura que era.
Así, Caperucita roja cogió su cesta y emprendió el camino a travésdel bosque. Muchas personas creían que elbosque era un lugar siniestro y peligroso, por lo que jamás se aventuraban en él. Caperucita roja, por el contrario, poseía la suficiente confianza en suincipiente sexualidad como para evitar verseintimidada por una imaginería tan obviamente freudiana.
De camino a casa de su abuela, Caperucita Roja se vio abordada por un lobo que le preguntó quéllevaba en la cesta.
-Un saludabletentempié para mi abuela quien, sin duda alguna, es perfectamente capaz de cuidar de sí misma como persona adulta y madura que es –respondió.
-No sé si sabes, querida–dijo el lobo-, que espeligroso para una niña pequeña recorrer sola estos bosques.
Respondió Caperucita:
-Encuentro esa observación sexista y en extremo insultante, pero haré caso omiso de elladebido a tu tradicionalcondición de proscrito social y a la perspectiva existencial –en tu caso propia y globalmente válida- que la angustia que tal condición te produce te ha llevado a desarrollar. Yahora, si meperdonas, debo continuar mi camino.
Caperucita Roja enfiló nuevamente el sendero. Pero el lobo, liberado por su condición de segregado social de esa esclava dependencia del pensamiento...
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