trabajo infantil

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RABAJO
INFANTIL
,
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SIE
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PRE
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l trabajo infantil no es un fenómeno de
la actualidad. Puede encontrarse un am
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plio registro de él, de sus diferentes formas,
a lo largo de la historia. Sin embargo, la per
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cepción social del fenómeno cambió paula
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tinamente, y ha acompañado los procesos
de construcción del concepto de
niñez
y de
trabajo infantil
mismo.
En lassociedades esclavistas, el trabajo
de niños era una práctica muy extendida.
Existen registros del trabajo de niños en el
antiguo Egipto, en las galerías subterráneas
de las minas (Supervielle y Zapirain, 2009).
En Europa, la Edad Media se caracterizó por
una masiva utilización de la mano de obra de
niños y adolescentes en la economía de sub
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sistencia familiar o en los trabajos comunalesobligatorios, en la tierra y en la casa del señor
feudal. También se extendió entre los niños
el aprendizaje de oficios en los estratos más
pobres de la sociedad, los mendigos y los
huérfanos. En la Inglaterra de mediados del
siglo XVI, eso constituyó incluso un instru
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mento de política nacional (Tucker, 1982).
Más adelante, a mediados del siglo XVII, en
el pasaje del feudalismo alcapitalismo, el
surgimiento de la manufactura en el ámbito
urbano transforma los antiguos talleres arte
-
sanales y aumenta la cantidad de niños que
se incorporan al trabajo, como aprendices.
En cuanto a América, la institución de la
mita entre los pueblos originarios tributarios
(a favor del imperio incaico en el período
prehispánico y del encomendero o del
hacendado en el colonial), preveíael trabajo
de niños, que espantaban los pájaros de los
campos de maíz, conducían a las llamas a
trabajar, eran pastores y aprendices manua-
les (Supervielle y Zapirain, 2009).
La Revolución Industrial, a mediados del
siglo XVIII y principios del XIX, provocó
una gran transformación en las estructuras
económicas y sociales de Inglaterra primero,
del resto de Europa, de América del Norte
yotras partes del mundo después. En este
complejo proceso de transformación de las
relaciones de producción, se conforman las
primeras generaciones de la clase obrera in
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dustrial contemporánea, a la que se llamó
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“proletariado” porque, como los
proletarii
de la antigua Roma, no tenía otra cosa que
ofrecer en el mercado que su fuerza de tra
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bajo y la de su prole(Domènech, 2004). El
trabajo de los hijos de esta clase trabajadora
resulta, en tanto mano de obra barata, de
una gran utilidad en el proceso de acumu
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lación capitalista. Así, los niños también
engrosaron las multitudes de obreros de las
primeras fábricas industriales: niños que tra
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bajaban en condiciones de sobreexplotación,
en ambientes insalubres, durante extensas
jornadas dehasta 14 horas, cono horarios
nocturnos incluidos, expuestos a accidentes
por las herramientas utilizadas y las malas
condiciones generales del trabajo. Allí, los
niños que se accidentaban o morían eran
reemplazados rápidamente por otros.
Sin embargo, una vez pasada esta primera
etapa del proceso capitalista, comenzaron a
evidenciarse los perjuicios que el trabajo in
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fantil causaba en lareproducción de la fuer
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za de trabajo. Además, la tecnificación cre
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ciente hizo necesario que el obrero supiera
leer instructivos, lo que tornó conveniente
la concurrencia de los niños a la escuela. Al
mismo tiempo, las máquinas favorecían una
modalidad de trabajo nueva: se reemplazó
el trabajo de gran cantidad de obreros du
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rante largas horas por una estrategia cen
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trada en laintensidad del trabajo en horarios
más reducidos. En efecto, esta modalidad
disminuía el interés por los niños, ya que
ellos carecen de la resistencia física necesaria
para el trabajo intensivo que se requería (Su
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pervielle y Zapirain, 2009).
El aumento de la productividad, el desa-
rrollo del sindicalismo y el surgimiento de
nuevas corrientes de pensamiento hacen del
siglo XIX un...