Trabajo MARRII Larramendi
Se puede hacer un balance de 25 años, previo a la Conferencia, y otro posterior para tratar de averiguar que es lo que se ha logrado de verdad. Respecto al resultado de la política comunitaria en el Mediterráneo durante este considerable largo, poco ambicioso ylento período de cooperación, el balance no puede ser de los mas negativo; las condiciones de los países mediterráneos, pese a que los contactos y diálogos políticos proliferaron, siguieron señalando una zona de grandes desequilibrios, y de riesgo, donde los retos no disminuyeron.
Por tanto, la asimetría ha sido el factor predominante debido a ese desigual desarrollo de las dos partes y aldiferente ritmo de evolución marcado por el ajuste del paso de políticas económicas proteccionistas a librecambistas. Para muchos la UE ha pretendido conseguir así su propósito hegemónico sobre la zona (como Japón sobre el sudeste asiático) donde ya ha hecho todas sus concesiones.
Sin embargo, ello no significa un relativo éxito de la Conferencia, (en el momento de la misma), de la Unión Europa y de lapresidencia española. De la Unión Europea por ser una iniciativa que parte de los quince, a diferencia de las acciones comunitarias, tras Maastritcht, en otras áreas geográficas (Yugoslavia, Oriente Próximo, Sudáfrica, Rusia) simultáneas a las de otros organismos internacionales; de España por el esfuerzo de concienciación a nivel nacional e internacional en pro de la solidaridad (según BicharaKhader, es el genuino artífice de la Asociación Euromagrebí). Todavía se escuchan voces criticando una actitud tradicional en esta nueva era que la Conferencia ha abierto para las relaciones euromediterráneas lo que resulta paradójico, ya que supuso precisamente, un intento por remediar tal postura.
Pero pese a dicho reconocimiento, la Comunidad no ha sabido acabar o al menos limar los gravísimosproblemas que los países ribereños del Mediterráneo sur padecen desde hace unas décadas. Muy al contrario, estos han ido complicándose e incrementando la brecha que separa ambas orillas. Es algo tan obvio que es lo que se quiere explicar con este trabajo. Además, es muy aventurado hacer un balance positivo de la Conferencia, pese a que ya ha transcurrido casi medio año, sin correr el riesgo de serconsiderado demasiado triunfalista.
Al final de esta exposición se tendrá por desgracia, la misma sensación de incertidumbre que algunos de los críticos del proceso mediterráneo y que los verdaderos protagonistas. Mientras el tiempo se encarga de demostrar si las políticas respectivas dejan de parecerse a un “cangrejo”, lo mejor será hacer un análisis de la evolución hasta 1995, y tratar deaveriguar lo que el “espíritu de Barcelona” ha significado hasta el día de hoy.
LA IMPORTANCIA DEL MEDITERRÁNEO, HACIA LA CONFERENCIA DE 1995
Las políticas comunitarias respecto al Magreb, desde su comienzo en 1972 (partía del artículo 3 del Tratado de Roma), con la aplicación de una Política Global, no dejaban de estar fundamentadas en unas relaciones bilaterales, sin una pretensión deestructurar una región o área mediterránea. La supuesta cooperación económica, no era mas que otra manifestación de tintes clásicos para aumentar la desigualdad entre las dos riberas a través de unos tímidos y esporádicos protocolos financieros (tres generaciones). Los acuerdos con Túnez y Marruecos, serían tan sólo de índole comercial y con carácter preferencial.
No será hasta que el Comisario Abel...
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