Trabajo Práctico camilayt
Camila Trunzo, Layla Quinteros y Talia Flores.
Relatos realistas del siglo XIX.
Es una narración basada en hechos reales o imitados de la realidad, cuya principal condición es la verosimilitud, es decir, crear el efecto de que lo que cuenta puede ser cierto.
Por tanto, el cuento realista es una representación seria y a veces trágica de la realidad. Generalmente el autor partede la observación directa de su contorno y lo refleja en sus obras con verosimilitud.
La literatura del siglo XIX agrupa el conjunto de autores que escriben durante el siglo XIX así como las teorías estéticas y obras publicadas durante este periodo.
Puede dividirse en tres grandes etapas: el Romanticismo, el Realismo y la literatura finisecular, que entronca con la literatura del siglo XX.Estética romántica:
* Se rechazan las reglas clásicas y se exalta la imaginación y la inspiración.
* Los ambientes que aparecen en las obras románticas nos muestran una naturaleza desbordada, salvaje y revuelta.
* El autor romántico rompe los límites de la realidad llenando sus obras de elementos misteriosos y sobrenaturales, de personajes de origen desconocido, etc.
* Para conseguir un fuerte dramatismoen las obras el artista romántico utiliza una estética de formas distorsionadas llenas de intensidad emocional.
* Estilo retórico, lenguaje efectista y exagerado
La poesía romántica:
Es el género que mejor expresa la rebeldía del autor y sus sentimientos más exagerados.
* Temas: libertad, sentimientos, gusto por lo sobre natural y lo misterioso, lo legendario, la muerte, el amor, etc.
Biografíasde los autores y relatos.
Guy de Maupassant.
Maupassant fue un escritor francés representante del Naturalismo, movimiento artístico que surge en Francia de la mano de Zola en la segunda mitad del siglo XIX como evolución de los rasgos del Realismo.
El collar.
Era una de esas hermosas y encantadoras criaturas nacidas como por un error del destino en una familia de empleados. Carecía dedote, y no tenía esperanzas de cambiar de posición; no disponía de ningún medio para ser conocida, comprendida, querida, para encontrar un esposo rico y distinguido; y aceptó entonces casarse con un modesto empleado del Ministerio de Instrucción Pública.
No pudiendo adornarse, fue sencilla, pero desgraciada, como una mujer obligada por la suerte a vivir en una esfera inferior a la que lecorresponde; porque las mujeres no tienen casta ni raza, pues su belleza, su atractivo y su encanto les sirven de ejecutoria y de familia. Su nativa firmeza, su instinto de elegancia y su flexibilidad de espíritu son para ellas la única jerarquía, que iguala a las hijas del pueblo con las más grandes señoras.
Sufría constantemente, sintiéndose nacida para todas las delicadezas y todos los lujos.Sufría contemplando la pobreza de su hogar, la miseria de las paredes, sus estropeadas sillas, su fea indumentaria. Todas estas cosas, en las cuales ni siquiera habría reparado ninguna otra mujer de su casa, la torturaban y la llenaban de indignación.
La vista de la muchacha bretona que les servía de criada despertaba en ella pesares desolados y delirantes ensueños. Pensaba en las antecámarasmudas, guarnecidas de tapices orientales, alumbradas por altas lámparas de bronce y en los dos pulcros lacayos de calzón corto, dormidos en anchos sillones, amodorrados por el intenso calor de la estufa. Pensaba en los grandes salones colgados de sedas antiguas, en los finos muebles repletos de figurillas inestimables y en los saloncillos coquetones, perfumados, dispuestos para hablar cinco horascon los amigos más íntimos, los hombres famosos y agasajados, cuyas atenciones ambicionan todas las mujeres.
Cuando, a las horas de comer, se sentaba delante de una mesa redonda, cubierta por un mantel de tres días, frente a su esposo, que destapaba la sopera, diciendo con aire de satisfacción: “¡Ah! ¡Qué buen caldo! ¡No hay nada para mí tan excelente como esto!”, pensaba en las comidas...
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