El significado de una representacin no puede ser otra cosa que una representacinPeirce La imagen comienza ofrecindonos un primer plano de los rostros de un grupo de manifestantes que se encuentra frente a la sede del S.O.I.P. Un primer grupo que seran los delegados- se encuentra dispuesto en forma de un tringulo que ira desde los extremos inferiores hasta el centro de la escena, proyectada sobreun fondo compuesto por casas humildes y un cielo que ofrece los indicios del atardecer. Desde el inferior los rostros se ordenan como conformando pares de opuestos. Vemos, en primer lugar, una mirada que se eleva en contra picada desde el extremo inferior izquierdo, probablemente hasta las ventanas del edificio de la obra social del sindicato, en donde se encontraran parapetados los integrantes dela burocracia junto a un grupo de gendarmes fuertemente armados. La expresin de esa mirada denota una profunda tristeza, que se podra condecir con el contraste que ofrece una construccin tan imponente como vaciada de contenido. Partiendo desde el otro extremo inferior, un hombre de camisa anaranjada proyecta una mirada enfurecida que tambin se eleva, pero en sentido opuesto, supuestamente hacialos techos del sindicato, en donde una banda de matones armados estara acechando a la multitud con sus armas en alto. Apenas atrs de este hombre, aparece el rostro de una persona mayor que lleva puesto un gorro. Se encuentra profundamente compungido, quizs por formar parte del ltimo grupo de obreros dejados sin trabajo. A su derecha, una bella mujer de pelo rubio, camisa azul, que se encontrara enla misma situacin de este ltimo hombre, expresa una tremenda congoja. Recin despus, vemos un puo en alto, casi con seguridad del hombre de camisa naranja. El tringulo culmina con el rostro desolado de un joven que lleva puesta una boina verde. Rodeando a este primer grupo, otros dos se ordenan, de abajo hacia arriba uno, el que est ubicado a nuestra izquierda y de adelante para atrs el otro,ubicado en el extremo superior derecho de la imagen. Del primero, sobresale la cara de una joven morena de ojos marrones, con sus pmulos y frente ostensiblemente iluminados, con la mirada perdida en el grupo de policas que protegen a los dos edificios en cuestin. Por detrs, un hombre moreno, barba y bigotes canosos, observa con desconfianza los movimientos de otro grupo de policas que se mueve por laesquina. Un hombre de pelo rojizo y abundantes arrugas, y otro del que slo percibimos el ceo fruncido, su barba y bigotes blancos, y su boina gris, ubican sus miradas fuera del recuadro, presuntamente tambin en direccin a la esquina. Del otro lado del tringulo, aparece una primer fila de seguridad que nos separa de la multitud. Lgicamente, sus miradas se concentran en lo que sucede en la esquinacon la polica que se prepara para reprimir. Un joven con una enorme boina negra y la cara ennegrecida por el holln de las gomas quemadas da cuenta con su expresin de la adrenalina que poco a poco va ganando el ambiente La Historia es histrica slo se constituye si se la mira, y para mirarla es necesario estar excluido de ella.Roland Barthes. La imagen debe salir del cuadroEl viejo Pacheco. Existe uncuadro anterior de Berni, Desocupados, de 1934, en el que se nos muestra una panormica de la zona del puerto en donde descansa un grupo de trabajadores. Ocupando la totalidad del extremo izquierdo, un hombre elegantemente vestido duerme apaciblemente sentado con las manos en sus bolsillos. A su derecha, cuatro cuerpos dispuestos en direcciones encontradas duermen tambin pero tirados en el piso. Ala derecha, la vemos a Nancy, joven, con uno de sus hijos en brazos, con su mirada perdida fuera del recuadro de la imagen, involucrndonos al mismo tiempo en su introspeccin. Al fondo, sentados en fila descansa otro grupo de trabajadores. Y en el centro, pantaln verde, pulver anaranjado con mangas arremangadas, los codos apoyados en sus piernas y las manos apenas atadas por los dedos, Berni,...
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