Trabajo y el empleo de las mujeres

TRABAJO Y EL EMPLEO DE LAS MUJERES

La situación de la mujer en el mercado laboral está llena de contradicciones, por un lado asistimos a la incorporación de la mujer al trabajo asalariado, pero por otro lado, este hecho no conlleva el descenso de las desigualdades de sexo. Junto con las antiguas desigualdades salariales y profesionales se añade la aparición de núcleos de desempleos dedesempleo femenino. La crisis del empleo no las deja fuera, sino que endurece más sus condiciones laborales.
Por tanto, podemos decir que la historia del trabajo femenino es una continua relación de lucha hacia la igualdad, estancamientos y regresiones.
Este libro no se va a quedar solo con un análisis de las distintas modalidades de desigualdades sino que va a tratar los cambios esencialesacontecidos durante los cuarenta últimos años del siglo XX: una nueva situación de la mujer en el mercado laboral, un equilibrio entre empleados masculinos y femeninos, que es el fiel reflejo del cambio radical de la sociedad contemporánea.
Después de veinte años de crisis del empleo, la actividad femenina no deja de aumentar, renovando e incrementando la población activa.
Esta evolución se debe acambios estructurales masivos y duraderos, tales como el desarrollo del sector servicios, la feminización de la clase asalariada, el éxito de la mujer en el sistema escolar y universitario y los cambios de la relación con el empleo.
Esta evolución, acontecida a comienzos de los años sesenta, la veremos en toda Europa y coincide con un declive del empleo masculino. Su constancia de crecimientoconstituyó un fenómeno inesperado, por primera vez las mujeres entran en el mercado laboral en un momento de desempleo y además, supuso un hachazo contra los que pensaban que la crisis iba a apartar a las mujeres del mundo laboral, pero no fue así, y las mujeres dejaron de ser mano de obra barata y precaria.
En Europa el factor más visible de la evolución del trabajo femenino es la constancia,independientemente del país. El peso de la mujer en la población activa aumenta significativamente. Este fenómeno continua, lo que indica que la escasez de empleo de los últimos años no afecta a la incorporación de la mujer al mercado de trabajo.
Para explicar este movimiento, podemos hablar de un cambio en las mentalidades, que las mujeres quieren más y no renuncian a su trabajo, y aunque es ciertono debemos hablar de explicación sino de correlación entre el control de la concepción y el desarrollo del trabajo femenino. Se debe identificar quienes son esas mujeres que han entrado al mercado de trabajo: son mayoritariamente madres de familia, empleadas en el sector servicios, con educación y cualificaciones.
El declive de de los sectores primarios y secundarios durante el siglo XX va asuponer una aceleración del sector terciario, por tanto, serán las mujeres quienes entren masivamente en el mundo laboral, al ser éstas quienes copen este sector.
Los hombres sufren las consecuencias de la desindustrialización, mientras que las mujeres han sacado provecho a la terciarización de la actividad.
La progresión de la clase asalariada va paralela a la del crecimiento del empleo femenino.Es una constante histórica desde el siglo XIX, todos los períodos de crecimiento del empleo femenino coincide con períodos de expansión de la clase asalariada.
Las mujeres han sido beneficiadas por la progresión del empleo asalariado y por la terciarización de la actividad, sin embargo, esta evolución de las estructuras del empleo no lo explica todo. Tenemos que tener en cuenta la evolución delos comportamientos de la actividad de la mujer, es decir, la relación de la mujer con el empleo ha cambiado.
La transformación de los comportamientos de la actividad de las mujeres de mediana edad, entre 25 a 49 años, es otro motivo de la evolución del trabajo femenino. Tradicionalmente eran los elementos menos activos de la población en edad de trabajar. Pero a partir de este momento se...