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Es evidente que existe una clara conexión entre este primer versículo y el final del libro del Deuteronomio, que refuerza la teoría que Josué el último capítulo, el 24, de Deuteronomio. Volviendo a este capítulo 1 de Josué, leamos ahora el versículo 2:
"Mi siervoMoisés ha muerto; ahora, pues, levántate y pasa este Jordán, tú y todo este pueblo, a la tierra que yo les doy a los hijos de Israel."
Observemos que dice: "Mi siervo Moisés ha muerto". Moisés ya no era un personaje esencial para guiar a los israelitas a la tierra prometida. En realidad, Moisés no podía introducirles en la tierra de la promesa. Moisés representaba la ley, y la ley no nos puedesalvar. La ley es un revelador. No es un Redentor. Nos muestra que somos pecadores. La ley nunca fue un Salvador, y a Moisés no le fue permitido guiar a Israel a la tierra prometida, a causa de su error. El problema no estaba en la ley sino en Moisés, así como el problema está en nosotros mismos. La ley revela que estamos destituidos de la gloria de Dios. El Señor dijo aquí en este versículo 2: "Misiervo Moisés ha muerto". Sólo Josué, o sea Jesús nuestro Salvador, puede guiarnos, en la actualidad, a la tierra prometida de la lucha, la conquista y las bendiciones.
Este versículo nos dice que la tierra fue dada a Israel. Le pertenecía a Israel en forma incondicional. Dios la había prometido a Abraham y a su descendencia. Y Dios reafirmó Su promesa muchas veces en el libro de Génesis. En ellibro de Deuteronomio Dios hizo el Pacto Palestino con Israel, el cual les dio la tierra como una posesión eterna. Leamos ahora el versículo 3 de este capítulo 1 de Josué:
"Yo os he entregado, como lo había dicho a Moisés, todo lugar que pisare la planta de vuestro pie."
Dios les había dado esa tierra. La tierra estaba allí. Pero sólo podrían disfrutarla, si tomaban posesión de ella. Esa parte de latierra sobre la cual caminaban les pertenecería a ellos. Hablando comparativamente, se nos dice en Efesios 1:3 que somos bendecidos "con toda bendición espiritual en los lugares celestiales en Cristo". Desafortunadamente, muy pocos cristianos toman posesión de las bendiciones espirituales que les pertenecen.
Hace años, un inglés se trasladó a los Estados Unidos. Poco después de su llegadadesapareció. Un día, un tío que tenía en Inglaterra murió y le dejó una herencia de cinco millones de dólares. La policía en Londres buscaba a este hombre por todas partes y la última dirección que tenía era en la ciudad de Chicago. Pensaban que él era vago y esperaban encontrarlo en un hotel común, de tercera categoría. Le buscaron, pero nunca pudieron encontrarle. Un día, mucho tiempo después, loencontraron muerto de frío en la entrada de un hotel muy pobre. No tenía ni cinco centavos en el bolsillo. Sin embargo, era heredero de cinco millones de dólares. Simplemente no había tomado posesión de lo que era de él. Nunca reclamó lo que le pertenecía.
Estimado oyente, Dios les dio a los israelitas la tierra prometida, pero nunca la poseyeron en su totalidad. El hecho es que Israel poseyó muypoca tierra. Y muchos cristianos hoy en día, son como aquellos israelitas en que han sido bendecidos con toda bendición espiritual, y sin embargo, llegan al final de su vida viviendo en la pobreza espiritual, sin haber tomado posesión de esas bendiciones. ¡Qué tragedia! El libro de Josué, a los creyentes se nos dirá cómo tomar posesión de lo que es nuestro. Y como habrá conflicto, se nos manda en elcapítulo 6 de la carta del apóstol Pablo a los Efesios, "vestirnos de toda la armadura de Dios". Tenemos un enemigo espiritual que lucha contra nosotros. Dice el capítulo 6 de la carta a los Efesios, versículo 12: "Porque no tenemos lucha contra gente de carne y hueso, sino contra malignas fuerzas espirituales de la esfera celestial, que tienen mando, autoridad y dominio sobre este mundo lleno...
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