Trabajo
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Raquel y Nelson Luciano
A lo largo de esta charla simplemente queremos compartir con ustedes algunas ideas y algunas experiencias ganadas a lo largo de nuestra vida conyugal y familiar.
Vale decir que el enfoque no estará dado tanto desde un punto de vista profesional o científico, sino desde un punto de vista másfamiliar y cotidiano, el de un papa y una mama como la mayoría de ustedes.
Para nosotros la comunicación y el dialogo entre padres e hijos es una parte, un punto, de algo mas grande que es la educación de los hijos.
Por eso vamos a comenzar dando algunas pautas generales que a nuestro entender son requisitos indispensables a tener en cuenta para la educación de los hijos y tambiénpara educar en el dialogo y la comunicación que es una parte de aquella.
La primera de estas pautas es que los hijos son, o deberían ser, la realidad más importante para los padres: los hijos son el gran tesoro. El privilegio mas extraordinario dado por dios al hombre y a la mujer es la capacidad de crear una nueva vida.
Los hijos son la prioridad numero uno después del amorconyugal, que es base y sostén del amor paternal. Por eso, ellos estarán antes que las relaciones sociales, antes que el trabajo, la profesión o lo que sea.
La segunda pauta es que como padres nunca debemos perder de vista que los hijos no son nuestros...., son de dios y están llamados al igual que nosotros a una vida eterna.
Dios nos ha hecho cooperadores suyos en el plan de salvación. Élnos ha “prestado” los hijos hasta que sepan caminar por su propia cuenta, hasta el día en que puedan hacer uso responsable de su libertad.
Pero hasta que ese momento llegue habrá que alimentarlos, guiarlos; educarlos y fundamentalmente amarlos, que es el otro requisito para educar bien a nuestros hijos.
Queda claro entonces que para educar a los hijos y poder establecer una buenacomunicación con ellos, debemos considerarlos la primer prioridad en nuestra escala de valores, debemos considerarlos hijos de dios antes que hijos nuestros y por ultimo amarlos incondicionalmente.
Vamos a extendernos un poco en el último de estos tres puntos, amar a los hijos, porque creemos que merece una profundización.
Si hiciéramos una encuesta y les preguntáramos a ustedes siaman a sus hijos es seguro que todos responderían inmediatamente que si, que los quieren y los aman y nadie dudaría de ello.
Pero si afinamos la puntería y preguntáramos si quieren bien a sus hijos, si su amor de padres es profundo, incondicional y auténticamente desinteresado, seguramente habrá que pensar un poco más la respuesta y un tramo de esta charla estará orientada a ello:¿queremos bien a nuestros hijos?
Lo primero que tenemos que tener en claro es que el amor a los hijos no es algo que se hace solo, al contrario hace falta pensar en ello. Es verdad que existe un instinto paternal y maternal que hace que uno se sienta ligado a los hijos, pero el verdadero amor es mucho más que un instinto.
Si queremos profundizar este sentimiento es bueno preguntarnos ¿porqué amamos a nuestros hijos?
Por el placer de mimarlos, de besarlos.
Por orgullo, o quizás por vanidad.
Queremos a un hijo porque es lindo, espabilado, bien educado, porque se parece al papa o a la mama. ¿Sabemos entonces amar también este otro hijo no tan brillante, mas reservado, que tiene defectos que nos ponen nerviosos.
Preguntémonos con valentía si queremospor igual a todos nuestros hijos o tenemos preferencias. Los hijos menos queridos sufren y a menudo se sienten disminuidos.
Hace un tiempo, un chico de ocho años me decía:
- sabes, mi papá no me quiere.
- Por que decís eso.
- Porque siempre que juego con mi hermanita, a mí me echa, me dice: salí, no molestes a lucia. Y yo no la molesto, solamente juego. A ella la lleva a tomar...
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