Trabajo


De hackers y otros demonios informáticos
En opinión de
El Profe

Cucharada de mi propio chocolate

Para aquellos que aún creen que una Mac no requiere parches, que todo funciona sinproblemas, que le dicen adiós a los antivirus y otras medidas de seguridad… les comparto una experiencia que tuve con mi MacBook Pro hace algunas semanas. Si estuviera en un salón de clase les diría: A verseñores, pongan atención.

Lo recuerdo bien, era un día cálido y hermoso de marzo. Prendí mi computadora con la firme convicción de hacer mis respaldos y actualizaciones. Una práctica semanal querealizó desde hace tiempo. Estaba en esa tarea cuando me aparece una ventana señalando que recomendaban descargar una actualización, que debo confesar me daba flojerita pues no era crítica y el tiempoque tomaba era largo. “Pues qué más, tengo tiempo, total me la aviento de una vez” me dije. En efecto, la actualización tardó un par de horas. Probé algunas de las nuevas bondades que la actualizaciónpresumía, todo jalaba bien. Probé un par de programas, todo jalaba bien. Me di por satisfecho y cerré la máquina.

Trabajé con mi Mac durante las siguientes semanas y ya me había olvidado de lafamosa actualización hasta que un día se me ocurre trabajar con un programa que uso para mis clases y ¿qué creen? ¡No funcionaba! De inicio lo tomé con calma: la apagué, la reinicialicé, revisé laconfiguración y nada. Entonces el terror se apoderó de mí. ¿Sería un virus? ¿alguien había hecho cambios? Sí, reconozco que la paranoia se hacía presente. Comúnmente cuando algo así ocurre, mucha gentesuele decir “Si no hice nada”, eso me molesta. Sí algo deja de funcionar es por alguna razón. Hice memoria, y recordé aquella actualización que había hecho. Pensé que no podía ser pero era un buencandidato. Busqué en internet, y sí, había una falla registrada para esa versión del programa y esa versión de actualización. La combinación ganadora. ¿Y todo por poner un parche? ¿por actualizarme? Mi...