Trabajo
Lee Fruson y Ken Lukowiak decidieron en marcha el experimento para comprobar si los flavonoides que contienen muchos de losllamados“superalimentos”, entre los que destacan elchocolate y el té verde, tienen realmente algún efecto sobre el cerebro. De este modo descubrieron que si se entrenaba a losmoluscos para recordar una actividad sencilla tras darles una dosis de la epicatequina que contiene el chocolate negro, estos eran capaz de recordar una tareadurante más tiempo -más de 3 días, frente a las 3 horas que duraba el recuerdo sin consumir epicatequina- y que su memoria era más intensa.
De acuerdo con losinvestigadores, la epicatequina afecta directamente a las neuronas encargadas de almacenar información en la memoria. Y, tras consumirla, el recuerdo formadoen los caracoles no se borra ni tan siquiera si se les intenta entrenar para otra tarea con el fin de crear una nueva memoria que, en teoría, debía borrar ala anterior por un proceso conocido como “extinción”.
“Los efectos cognitivos de media barrita de chocolate negro pueden incluso mejorar las notas decualquier estudiante”, concluye de manera rotunda Lukowiak, que ha dado a conocer los resultados de su trabajo en la revista The Journal of Experimental Biology.
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