trabajo

Revista Internacional del Trabajo, vol. 120 (2001), núm. 1

I N T RO D U C C I Ó N

P

ara alcanzar el objetivo superior de la OIT, que consiste en promover un
trabajo decente para los hombres y mujeres de todo el mundo, hay que
conjugar la política laboral y de empleo con sistemas de protección social que
garanticen la igualdad a todos los trabajadores, incluidos los más indefensos 1.El presente número trata principalmente de este tema, es decir, de la manera
de remediar el desamparo que sufren varios sectores de trabajadores, para lo
cual es necesario anteponer las medidas innovadoras y dinámicas a las políticas pasivas tradicionales. Por ejemplo, se proponen nuevas estrategias para la
recolocación de los trabajadores despedidos por causas económicas que se
encuentran másdesvalidos — debido a su ocupación, sus calificaciones profesionales y su edad — y de los desempleados durante largos períodos, basadas en subvenciones al empleo reforzadas con medidas de formación y
asesoramiento profesionales. Otra colectividad estudiada en la presente
entrega la componen los jubilados de Europa central y oriental, que sufren
unas reformas radicales de los regímenes depensiones.
El marco general del trabajo decente se aplica de manera innovadora en
el primero de los artículos para analizar los problemas que plantea la consecución de la igualdad de los colectivos desfavorecidos por medio de la representación y la participación. Y el ensayo de la sección «Perspectivas»,
relativo, entre otras cosas, a las masculinidades y a las críticas feministas de
la igualdad,es de esperar que realce el debate acerca de la condición de los
sexos.
El estudio sobre el despido por causas económicas en Francia, Alemania, Italia y España realizado por Marie-Laure Morin y Christine Vicens
revela que se está dando un viraje del concepto de estabilidad en el trabajo al
de estabilidad del trabajador durante toda su vida profesional. Las políticas
laborales activas —convenios de readaptación profesional, contratos de
empleo transitorios, listas de despedidos y medidas selectivas en favor de los
trabajadores vulnerables — están ganando terreno a las medidas pasivas tradicionales destinadas a garantizar los ingresos y la protección social — el subsidio de desempleo, la jubilación anticipada, las pensiones de invalidez y las
indemnizaciones por despido previstas enla ley o los convenios colectivos —.
1 Véanse los pormenores del mencionado concepto en Trabajo decente, Memoria del Director General a la 87.ª reunión de la Conferencia Internacional del Trabajo (Ginebra, OIT, 1999).

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Revista Internacional del Trabajo

Las autoras pasan revista con espíritu crítico a la actuación y a laeficacia de los agentes principales, y abogan por medidas que sirvan para evitar y,
en su caso, planear ordenadamente los despidos y para mejorar la «empleabilidad» y la reintegración profesional de los trabajadores afectados. Terminan
su estudio con una serie de propuestas destinadas a consolidar los mecanismos institucionales y legales previstos en el plano nacional con el fin de
fomentar el diálogosocial en torno a los despidos económicos.
En su artículo sobre los trabajadores que llegan a la edad de retiro, Elaine
Fultz y Markus Ruck explican el pasado y el presente de los regímenes de pensiones de Europa central y oriental. Tras las reformas implantadas, algunas de
las cuales prevén la participación del sector privado, se han debilitado los principios de universalidad yredistribución, de modo que muchos trabajadores tienen pensiones de carácter individual y calculadas con arreglo a sus ingresos;
todo ello aumenta inexorablemente la desigualdad de las prestaciones sociales. La reestructuración de los regímenes públicos ha consistido en elevar la
edad normal de retiro, disminuir la redistribución y la tasa de sustitución de las
pensiones respecto al salario anterior,...