trabajo
Lo que me quita en fuego, me da en nieve
La mano que tus ojos me recata;
Y no es menos rigor con el que mata,
Ni menos llamas su blancura mueve.
La vista frescos los incendios bebe,
Y volcán por las venas los dilata;
Con miedo atento a la blancura trata
El pecho amante, que la siente aleve.
Si de tus ojos el ardor tirano
Le pasaspor tu mano por templarle,
Es gran piedad del corazón humano;
Mas no de ti, que puede al ocultarle,
Pues es de nieve, derretir tu mano,
Si ya tu mano no pretende helarle.
Francisco de Quevedo
A APOLO, SIGUIENDO A DAFNE
Bermejazo Platero de las cumbres
A cuyaluz se espulga la canalla:
La ninfa Dafne, que se afufa y calla,
Si la quieres gozar, paga y no alumbres.
Siquieres ahorrar de pesadumbres,
Ojo del Cielo, trata de compralla:
En confites gastó Marte la malla,
Y la espada en pasteles y en azumbres.
Volvióse en bolsa Júpiter severo,
Levantóse lasfaldas la doncella
Por recogerle en lluvia de dinero.
Astucia fue de algunaDueña Estrella,
Que de Estrella sin Dueña no lo infiero:
Febo, pues eres Sol, sírvete de ella.
Francisco de Quevedo
A DAFNE, HUYENDO DE APOLO
Tras vos un Alquimista va corriendo,
Dafne, que llaman Sol ¿y vos, tan cruda?
Vos os volvéis murciégalo sin duda,Pues vais del Sol y de la luz huyendo.
Élos quiere gozar a lo que entiendo
Si os coge en esta selva tosca y ruda,
Su aljaba suena, está su bolsa muda,
El perro, pues no ladra, está muriendo.
Buhonero de signos y Planetas,
Vienehaciendo ademanes y figuras
Cargado de bochornos y Cometas.
Esto la dije, y en cortezas duras
De Laurel se ingirió contra sus tretas,
Y en escabecheel Sol se quedó a oscuras.
Francisco de Quevedo
A UN HOMBRE DE GRAN NARIZ
Érase un hombre a una nariz pegado,
érase una nariz superlativa,
érase una nariz sayón y escriba,
érase un peje espada muy barbado.
Era un reloj de sol mal encarado,
érase unaalquitara pensativa,
érase un elefante boca arriba,
era Ovidio Nasón más narizado.
Érase un espolón de una galera,
érase una pirámide de Egipto,
las doce Tribus de narices era.
Érase un naricísimo infinito,
muchísimo nariz, nariz tan fiera
que en la cara de Anás fuera delito.
Francisco de Quevedo
AL MOSQUITO DE LA TROMPETILLA
Ministril de las ronchas y picadas,
Mosquitopostillón, Mosca barbero,
Hecho me tienes el testuz harnero
Y deshecha la cara a manotadas.
Trompetilla que toca a bofetadas,
Que vienes con rejón contra mi cuero,
Cupido pulga, Chinche trompetero
Que vuelas comezones amoladas,
¿Por qué me avisas si picarme quieres?
Que pues que das dolor a los que cantas,
De Casta y condición de potras eres.
Tú vuelas y tú picas y tú espantas
Yaprendes del cuidado y las mujeres
A malquistar el sueño con las mantas.
FRANCISCO DE QUEVEDO
PRONUNCIA CON SUS NOMBRES LOS TRASTOS Y MISERIAS DE LA VIDA
La vida empieza en lágrimas y caca,
Luego viene la mu, con mama y coco,
Síguense las viruelas, baba y moco,
Y luego llega el trompo y la matraca.
En creciendo, la amiga y la sonsaca,
Con ella embiste el apetito loco,
Ensubiendo a mancebo, todo es poco,
Y después la intención peca en bellaca.
Llega a ser hombre, y todo lo trabuca,
Soltero sigue toda perendeca,
Casado se convierte en mala cuca.
Viejo encanece, arrúgase y se seca,
Llega la muerte, todo lo bazuca,
Y lo que deja paga, y lo que peca.
FRANCISCO DE QUEVEDO
MIENTRAS POR COMPETIR CON TU CABELLO...
Mientras por competir con tu cabello,...
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