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HumbertoJ. Saras G.
El avance científico y la nueva distribución ocupacional obligan a una nueva organización del ciclo existencial y a una diversa distribución entre formación, trabajo y tiempo libre, queposibiliten viabilizar la recuperación para la sociedad del caudal de sabiduría y experiencia que representan las generaciones mayores y cuya actividad solamente decae, si no se utiliza oportuna yadecuadamente.
Las posibilidades educativas, de salud, y conformación de redes sociales de apoyo que da la recreación son innumerables. Nadie puede negar que la recreación terapéutica y deportiva,así como la recreación comunitaria, se materialicen en programas y servicios que contribuyan contundentemente al mejoramiento de la calidad de vida de nuestras personas mayores. El reconocimiento de larecreación como necesidad y como derecho es incuestionable y, como tal, constituye como una obligación de la sociedad civil y del Estado.
Este hecho, sin duda alguna, motivó a un grupo de mujeresde la tercera edad residentes en nuestra ciudad a crear, hace casi un lustro, la Fundación Amor, como una forma de entender la vida como vivencia de disfrute, recreación y libertad, con el encomiablepropósito de desarrollar todas sus potencialidades humanas, mediante la práctica de actividades culturales y de esparcimiento en las artes de la danza, la música, el canto, las manualidades y el sanoesparcimiento, en espacios abiertos y cerrados, así como en algunos medios televisivos y teatrales.
Es importante entender que la tercera edad, como todas las edades del ser humano, debe vivirsecon los pies en la tierra, el corazón en la mano y los ojos en el cielo. El hombre es un ser trascendente, y por lo tanto, debe vivir dándole a su vida un sentido lógico y de provecho individual y...