trabajos de español

Taller de comprensión y análisis de texto

El domingo en el pueblo
Son las doce de la mañana de un día de noviembre; desde mi terrado contemplo el pueblo, que parece dormido bajo el sol brillante. La campana grande de la torre comienza a moverse, sube perezosamente, se para, oscila, cae con fuerza y se oye su tañido al que pronto acompaña el alegre repiqueteo de la más pequeña.

A lo lejosse ve el Mediterráneo como mancha alargada de un verde pálido, separada en línea recta de un claro cielo de un color lechoso, que va azulando a medida que se levanta la mirada, y que es zénit casi negro de puro azul.

Por otro lado, se presenta la verde alfombra del campo, formada de trozos de distinto color separados por líneas oscuras; en ellas se destacan, cual si fueran rebaños, losnaranjos, entre cuyas hojas brillan sus frutos como pepitas de oro en la aurífera arena; más atrás, el monte cercano pardusco; más lejos la muralla azulada de la sierra, que corta con irregularidad el vasto horizonte.

Las casas principales de la aldea son de gran tamaño, sus paredes se hallan ennegrecidas por el sol; sus tejados cubiertos de musgos, que amarillean en un lado, tiran a verde en otro yresplandecen en algunas partes como si fueran de plata, están encorvados y tienen la nostalgia del suelo. Las viviendas de los pobres son pequeñas y de un piso, las hay blancas, amarillas, azules ... Algunas parecen abrazadas por los secos y retorcidos sarmientos de las parras, casi todas se continúan por tapias que limitan huertos y corrales, todas tienen terrados en su parte más alta; en losángulos de éstos, se ven barreños con tierra en donde crecen pitas que extienden con rigidez sus largos brazos, calabazas ventrudas de todas formas, amarillentas y verdes, surcadas las unas, redondas y lisas las otras como balas de cañón. Vense también en ellos palomares que parecen sostenidos en el aire; rollos de esteras viejas; gallineros de madera sucia y carcomida, montones de cuerda deestropajo, cacharros rotos, esparcidos por el enladrillado suelo.

Por entre terrados y chimeneas aparece la cúpula de la iglesia cubierta con tejas azules y blancas, las cuales despiden brillantes reflejos. Dirigiendo la vista hacia abajo, se descubre una rendija larga, estrecha y sinuosa, entre dos hileras de tapias de corrales; es la calle principal del pueblo; un perro que persigue a un gato sonlos únicos que la transitan; en ella se advierte una zona fina como la hoja de un cuchillo, de luz tan intensa que se podrían contar los guijarros del empedrado. [ ... ]
El silencio que impera es absurdo, no lo turba más que algún gallo que cacarea, y al cual le responde melancólicamente otro desde lejos; el aullido triste del perro, la paloma que al desplegar sus alas produce un ruido algosemejante al de un abanico cuando se abre y se cierra. Las casas, con sus persianas verdes, parecen abstraídas en meditaciones budistas.

La gente ha salido de la iglesia; se produce un murmullo confuso de risas y de voces que pronto se dispersa y acaba. Comienza la tarde, que es abrumadora en el pueblo. Nada de alegría, nada de bullicio, sólo sol…mucho sol.

Por el camino, que parece blanco comola nieve, se ve venir un carro; lleva cinco mulas, que a su paso levantan nubes de polvo... Ahora se ha ocultado tras de aquella fila de descarnados árboles ... ha vuelto a presentarse; se destaca en el cañaveral que nace a orilla del río ... Ya entra en el pueblo, rompe el silencio el estruendo discordante de sus ruedas ... Ya se aleja, pero el ruido sigue y tarda mucho en desaparecer ...

Elsol comienza a retirarse con lentitud, va escalando las casas, brilla con destellos metálicos en los cristales, abandona los tejados, ilumina el campanario de la iglesia con una claridad rojiza; el monte parece que se acerca y las sombras marcan sus oquedades; los objetos se dibujan con mayor claridad a la luz fría del crepúsculo; todo se presenta como teñido de negro. El cielo toma un color de...