Trabajos
Primera parte Lo que sigue es un resumen del diario que llevaba, de manera circunstancial y detallada, la distinguida persona de cuya historia íntima trata. Aunque se verifica cotidianamente, es curioso que -por necesario que parezca ocultar nuestros defectos y debilidades a la vista de otros- a menudo se descubre que un relato completo de nuestras acciones ynuestra conducta -escrito por la propia mano, inmutable e innegable- permanece en forma de diario íntimo: en un registro de hechos, fantasías y emociones que siempre tendríamos que haber estado ansiosos, y lo estábamos, por enterrar en el olvido. Hay alguna camaradería en la mera comunión de la pluma y el papel? ¿Se alivian en cierta medida los pensamientos egoístas y acciones secretas confiándolasal papel bajo la forma de un diario? Un diario que, naturalmente, será destruido -¡siempre será destruido!-, cela va sans dire. ¿No ocurre que un algo secreto, afín al orgullo y la satisfacción, brota en el individuo en el mismo devilment, e inspira la sensación de que es una pena que no quede constancia de tanta astucia, de una gratificación bien ganada, aunque sólo sea para nuestro uso futuro...y que luego será entregado a las llamas? ¿Cuántos conocimientos debe el mundo a los diarios íntimos, y cuántos de éstos estaban destinados a ver la luz? Esa sería una cuestión interesante para analizar, aunque no es la que nos ocupa de momento. Baste decir que la distinguida e influyente persona, de cuyas copiosas notas privadas he entresacado audazmente lo que sigue, ya no existe, y que su diarioíntimo, con otros documentos y efectos familiares, quedó bajo la custodia del bibliotecario de uno de los Depósitos del Patrimonio Ruso del gobierno de ***, cuyos raros manuscritos y papeles meticulosamente reunidos he sido autorizado a estudiar. El período en que ocurrieron los acontecimientos de que me ocupo fue el posterior al final del reinado de Catalina B, mientras su hijo Pablo, trassuceder a la disoluta soberana, permitía que su corte, ya contaminada por el descarado libertinaje de su madre, se revolcara en los vicios sin restricciones que ella había inculcado, y que continuara --siguiendo su propio ejemplo y estímulo- la inmoralidad desenfrenada de sus nobles; concretamente, los años 1796 y 1797. Si el lector desea conocer sintetizadas en pocas palabras las costumbres de.lacorte rusa durante el reinado de Catalina II, puede leer el siguiente párrafo de un historiador imparcial: < No creemos que la historia de ningún otro pueblo presente, en los tiempos modernos, una imagen de inmoralidad más completa y más odio sa que la del pueblo ruso bajo el reinado de la notoria Catalina. Ni las abominaciones de un Tiberio, ni las depravaciones de un Heliogábalo, ni las impurastradiciones de la degenerada y degradada Roma, sobrecogen con mayor asombro». < San Petersburgo se había convertido en una segunda Babilonia... sí, diez mil veces peor que Babilonia en los desenfrenados excesos en que sus habitantes de todas clases -corte, nobleza y pueblo- se sumieron y se entregaron», escribe otro comentarista, «instigados por el fatal ejemplo de la tan lisonjeada pero desvergonzadazarina.»
Estos eran los tiempos en que floreció la joven . dama rusa de quien trata este relato, y cuyo diario he anotado, y cuyo début tuvo lugar en una sociedad del todo corrupta, cuyas costumbres y ejemplos habrían sido peligrosos por sí solos, aunque no hubiesen estado ya en la joven esos fatales gérmenes de carácter y temperamento que por sí solos la habrían llevado a una vida impura,aun sin el estímulo del ejemplo circundante. La princesa Vávara Softa, hija única del príncipe Demetri ***, uno de los boyardos más grandes y ricos del imperio, tenía apenas poco más de catorce años cuando se ganó como débutante la admiración de la sociedad por su belleza y el raro encanto de su manera de ser. Su madre había muerto al darla a luz. No debe olvidarse que en Rusia una niña de catorce...
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