Trabajos
Lo primero que debemos tener claro es que una cosa es una sociedad en la que existen diferentes culturas, y otra, muy distinta, una sociedad multicultural. Hoy, en España, existe una realidad social en la que están presentes, fundamentalmente, como consecuencia de la inmigración, una disparidad de culturas, algunas muydiferentes a la mayoritaria, pero no es una sociedad multicultural , ya que solo esta, la mayoritaria, tiene la hegemonía en la política, en los medios de comunicación, en la economía, en la enseñanza... Y, ciertamente es muy mayoritaria, pero no es única. Una sociedad multicultural sería aquella donde todas las culturas tuvieran, naturalmente de acuerdo con su importancia cuantitativa, las mismasposibilidades de desarrollarse y de ser vivida por las personas que la comparten.. Podríamos decir que la primera definición, o sea, una sociedad con diferentes culturas, no es más que la constatación de un hecho, y la segunda, una sociedad multicultural, es una objetivo, una utopía si se quiere, pero algo muy alejado de la realidad actual de España. Acercarnos a la utopía, aunque solo sea losuficiente, para percibir en nuestro rostro algo de su brisa, requiere un grandes transformaciones sociales en el terreno de la política, de la cultura de la economía, y, de forma muy singular, en el campo de la enseñanza.
¿Ahora bien, la escuela tiene que educarnos para ser diferentes o para ser iguales? Yo creo que la tarea de la escuela es formar personas capacitadas, libres, con criterio y concapacidad de comprender el mundo en el que vive, y de comprenderse así mismo. En ese sentido, tiene que educarnos para ser iguales en derechos y en obligaciones, pero sin olvidar que fuera de la escuela no lo somos, y debe evitar que dentro del aula se reproduzcan los aspectos más negativos de esas diferencias. Así la escuela, tiene que ser un agente activo contra los prejuicios, contra lostópicos, el racismo, el machismo, el clasismo, la incomprensión, la violencia, y las ideas políticas violentas que la defienden. Para ello, y esta es la gran cuestión, el sistema educativo tiene que dotarse de un discurso pedagógico que incluya esos objetivos, no como actividades trasversales o paralelas, sino como una verdadera filosofía de vida que impregne e ilumine todo el universo de la educación.Un ideal, que no una ideología, que entienda la educación y la cultura, como instrumentos de liberación del hombre de las cadenas de la ignorancia, de la brutalidad y de algo que es peor que todo eso, de la falta de confianza en sí mismo y en el resto de los hombres.
La comunidad gitana, para la cual, el camino de la igualdad y de la libertad verdadera, no es otro que el de la instrucción ensu sentido más amplio, necesita, urgentemente, contar con el soporte de un discurso pedagógico que supere los tópicos sobre su idiosincrasia, y los reproches a los padres gitanos y la cultura gitana como un obstáculo para la enseñanza de sus hijos. Un planteamiento que incorporé a la gitanidad los valores de la cultura sin adjetivos, y que el esfuerzo individual y colectivo en pro de la...
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