Trabajos
En efecto Galileo vive y se forma en Pisa en la mentalidad aristotélica: ve el mundo como conjunto de esencias que hay que entresacar de entre las cosas y ordenarlas en definiciones jerarquizadas por silogismos. Su vida, sin embargo, va cambiando en la medida enque conoce las críticas científicas a los conocimientos y los métodos aristotélicos y va deduciendo por sí mismo, a partir de sus cuantiosos inventos: catalejo, báscula de precisión, etc, la grandeza e insustituibilidad de la experiencia para la tarea científica, de modo que nada nos es conocido sin ella y el saber antiguo se convierte en huera información si las hipótesis no vienen comprobadaspor su experimento consiguiente, que, en cierto modo, va acentuando la fuerza creadora del ser humano, ese ser humano que va encontrando poco a poco en la naturaleza lo que su propia mente es capaz de concebir.
No hay fronteras para el yo. Esta será la convicción que el pisano comunique por carta a su amigo Descartes, unida a la seguridad y certeza que da al conocimiento el método matemático. Esclásica ya la cita colocada al principio de “Il Saggiatore”.
Nos dice Galileo: “La filosofía está escrita en este grandísimo libro que continuamente está abierto ante nuestros ojos (digo: el universo), pero no puede entenderse si antes no se procura entender su lengua y comprender los caracteres en los cuales está escrito. Este libro está escrito en lengua matemática, y sus caracteres sontriángulos, círculos y otras figuras geométricas, sin las cuales es totalmente imposible entender humanamente una palabra, y sin las cuales nos agitamos vanamente en un oscuro laberinto”.
El mundo se entiende, pues, no sólo desde el conocimiento universal riguroso y ordenado, sino que a esto habrá en adelante que añadir el conocimiento aportado por la experimentación y la formulación matemática, sin loscuales nada podrá ser considerado ya como ciencia. Ha nacido una nueva “Filosofía Natural”, Una “Física”, en sentido moderno que se irá progresivamente desligando de la Filosofía (definitivamente con Newton), pero que aportará a la filosofía el primado de la racionalidad exacta, la convicción (ya en Francis Bacon) de que el saber es poder, la seguridad de los conocimientos referidos a las cualidadesprimeras de las cosas, esto es, el conocimiento centrado en relaciones numéricas y geométricas y la incertidumbre que despiertan todos los conocimientos sobre la esencia o sobre cualidades secundarias (color, olor, tono, etc.) tenidas como subjetivas, opuestas a la objetividad de las primeras. Hay, por tanto, una base para el racionalismo y para el empirismo desde estas primeras andanzas de laciencia. Con su insistencia en esas “cualidades” se destaparán y reaparecerán las doctrinas atomistas del viejo Demócrito y las teorías geométricas y musicales de los pitagóricos.
El universo entero está plagado de la música de las esferas, a las que Kepler – oponiéndose al circularismo del “divino” Platón – llamará elípticas, el universo será el libro de un Dios que empezará a quedar oculto...
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