Trabajos
-Los pasajeros del vuelo 5006 ya pueden pasar-fue la frase que me despertó de una reconfortante siesta que tuve en el hombro de mi acompañante en esta aventura Michelle. Aún no puedo creer que me iré a cumplir este sueño que tengo desde que tengo uso de la razón. Mucho menos que esta chica babeándose al lado mío me venga a acompañar a esta locura.
-Oye, ¡levántate! Ya se puede entrar anuestro vuelo-le dije. Apoyándonos de los brazos de la silla nos levantamos y caminamos por el largo pasillo que nos llevaría al principio de esta nueva era.
-¿Sus boletos, por favor?-dijo una chica con aspecto joven, blanca, cabello negro y un fuerte labial rojo que le daba un aspecto de Blanca Nieves o algo así. Su uniforme como el de una típica aéreo moza: una falda híper corta con un sacoque si acaso llevaba una blusa adentro para cubrir aunque sea un poco sus falsos pechos.., todo en un bonito azul marino con detalles de botones dorados.
Luego de la transacción, abordamos al avión.
-¿Puedes creer que estamos aquí?-me dijo Michelle con una enorme sonrisa.
-¡Para nada! Esto es más de lo que podía pedir.
Cuando de pronto una campanilla nos interrumpió.
“Muy buenos días,estimados pasajeros. Les habla Luke Stewart, piloto del vuelo 5006 hacia Nueva Jersey. Antes de despegar, quisiera darles algunas instrucciones…”
Estaba escuchando atentamente lo que decía el piloto me dio por mirar hacia donde estaba sentada Michelle, y noté que tenía una gran sonrisa dibujada en su rostro.
-¿Qué ocurre?-pregunté con una sonrisa ladeada.
-Al fin nuestro sueño se va a cumplir. ¡Alfin!-
Y ella tenía razón. ¡Cómo pasan los años! Un día tienes trece y estás imaginando qué quieres hacer en tu futuro y el otro ya estás en camino a la universidad que siempre has soñado.
Por eso amo la vida.
Lo que me hizo bajar de la nube en donde estaba fue sentir que estábamos totalmente de cabeza….
-¡Michelle!-
-¿Qué pasa?-
-¡El avión!-
-Oh, ¿le tienes miedo a las alturas? ¡No me digas!-Michelle se empezó a reír de mí a carcajadas y yo sólo hice un pucherito y me crucé de brazos.
Luego el avión se estabilizó. Uf, que alivio. Siempre le he tenido un gran pánico a las alturas, y lo curioso es que vivo –o más bien, solía vivir- en el piso 25 cuando me tocaba quedarme con mi papá. Ellos se separaron hace ya varios años y me ha tocado estar trasladándome con frecuencia.
Dos horasdespués, ya habíamos llegado a Paterson, nuestro destino. Al bajar del avión sólo quedamos asombradas por lo increíble que se veía todo. Wow, estamos en el sueño americano, ¡al fin!
Buscando entre el montón de personas tuvimos que hallar una chica con un cartel que dijera “Mi Oportunidad” que era la compañía del paquete con el que logramos viajar hasta aquí.
-¡Hola chicas! Mi nombre es Jessica ysoy su guía de viajes desde ahora- nos dijo la amable joven que no debía pasar de los veinticinco años con una enorme sonrisa. A simple vista la chica parecía bastante agradable.
Luego, recordé que Marc también debería estar llegando en el otro avión ya que el también iría con esa compañía. Cuando de pronto siento unas manos cubriéndome los ojos.
De lejos, pude escuchar la risita de Michelle,así que deduje que no era ella.
-Adivina quién soy…- dijo con un tono de voz súper infantil.
-Eh, no sé-
Marc se volteó y me dio un fuerte abrazo.
-¡Sorpresa!-
-Ja, que gracioso eres.-dije cruzándome de brazos.
Cuando ya todos habían llegado y pasaron lista para asegurarse que así fuera, abordamos en un bus gigante con aire, camas, comida…todo lo que podrías desear.
O más.
Obviamentetodos los que subimos quedamos impactados.
-¡Vaya, donde vivimos no hay nada que se compare a esto!-dijo un chico.
Jessica soltó una carcajada.
-Bues bienvenido al sueño americano entonces., amigo-le respondió guiñándole un ojo amistosamente.
La universidad a la que iríamos era así estilo campus de Zoey 101, como siempre lo había soñado. Recámaras compartidas de 2 a 5 personas, piscina, cancha...
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