Trabajos
por Vicente Cristóbal
Publicado en Letras, Literatura | literatura clásica
ARTÍCULO
Desde el libro de Gilbert Highet The Classical Tradition, publicado en 1949, la etiqueta «tradición clásica» ha ido ganando terreno y está ya ha logrado sentar fuertes bases en el lenguaje humanístico contemporáneo occidental para designar elinflujo de Grecia y Roma sobre la cultura posterior. La comenzó a utilizar ya aquí en España con alguna frecuencia mi maestro, Antonio Ruiz de Elvira, en el año 1955, cuando escribió su libro juvenil Humanismo y sobrehumanismo; que pasó a servir luego, en 1975, para titular una obra póstuma y recopilatoria (La tradición clásica en España, Barcelona, Ariel) de María Rosa Lida de Malkiel, la insignehispanista argentina fallecida prematuramente y especializada en las deudas de la literatura española con el mundo helénico y romano; el mismo marbete nombra ahora una asignatura ofertada en varias universidades españolas para los alumnos que pretenden cursar la carrera líder de Filología Clásica o Teoría de la Literatura y Literatura Comparada, y muchos especialistas lo utilizamos corrientemente ennuestros escritos.
Y es que «tradición» es una palabra hermosa por su alumbradora y radiante etimología. Quiere decir «donación» a través de una serie de sujetos, receptores y sucesivamente donantes: acción de pasar o colocar algo de unas manos a otras, entrega encadenada. La segunda parte del vocablo, la secuencia ditio, remite a la raíz del verbo latino dare, «dar», y la primera parte, elpreverbio tra, es la propia preposición trans que indica el paso de lo uno a lo otro y que es tan frecuente en compuestos del castellano. Sigue la palabra desplegando distinción porque, siendo de origen culto, tiene en español una hermana gemela surgida del mismo vocablo latino pero a través de una evolución vulgar y con una especialización distinta en cuanto a su significado: es «traición», palabra enla que ha caído la d intervocálica y en la que ha habido una orientación semántica peyorativa, para acabar refiriéndose a la entrega malévola, débil y dañina de algo o de alguien. Traditio, pues, vocablo latino, subyace maternalmente a «tradición» y a «traición», palabras españolas hijas de aquélla.
Y al hacer este análisis etimológico nos hemos adentrado ya, casi sin darnos cuenta, en el fenómenopropiamente dicho de la tradición clásica. Porque el proceso de transmisión o donación encadenada atañe, ya para empezar, a la lengua, es decir, a las principales lenguas europeas y, en especial, a las romances, cuyo origen se identifica como una evolución del latín, un proceso de metamorfosis. Y así las etimologías de muchas palabras españolas nos retrotraen al mundo pretérito de los griegos olos latinos, a sus instituciones, a su ideología y a su modo de pensar, empapado aún de una mentalidad primordial en contacto con el campo y la naturaleza. «Pensamiento», por ejemplo, nos remite a la acción física de pesar: pensar es, pues, en su origen, una averiguación del peso de algo, y puesto que para pesar se colgaba el objeto en la balanza, la operación de colgar y de pesar se identificannominalmente, de modo que el pensamiento, el péndulo, el pendiente, el peso, el pienso, la despensa, la pensión y la suspensión, son todos miembros de una misma familia. Estos hechos nos son revelados por la historia de la lengua, que pone en claro así un fenómeno de tradición latina en nuestro medio de expresión cotidiano. Porque ha de reconocerse que no sólo hablamos latín cuando recurrimos aexpresiones cultas, puramente latinas clásicas, como a priori, mutatis mutandis o in fraganti, sino que también hablamos latín, aunque sea difícil de creer -latín evolucionado, pero latín- cuando decimos «pensamiento», «péndulo», «pendiente» o «suspenso».
El fenómeno de la tradición clásica atañe y trata de persuadir luego a todo el vasto complejo de áreas culturales, a unas más que a otras, pero...
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