Trabajos

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el concón moral de la enseñanza

dades de la docencia y modificarlas y vitalizarlas (puesto que no son estáticas), los profesores deberían seguir un ideal de persona; deberían valorar qué significa ser un determinado tipo de persona, por ejemplo, alguien que quiera, por encima de todo, hacer el bien. El nombre que doy a este ideal de persona en la docencia es el dehumildad tenaz. Como en todos los ideales, resulta difícil concretar y definir bien lo que significa ser humilde tenazmente en el trabajo docente. Cambio completamen­ te el sentido de mis explicaciones para volver al análisis de los capítulos anteriores v mostrar de qué modo este ideal de persona puede servir como origen de la buena práctica docente. En resumen, los temas que estudio en loscapítulos siguientes incluyen los ele la persona, la conducta y la sensibili4aél en la docencia; la imagen de una perso­ na madura que puede orientar el trabajo de los profesores; lo que significa crear un entorno que cultive dicho crecimiento; la docencia y el sentimiento de tradi­ ción, y el lugar que ocupan los ideales en la docencia. Todos ellos surgen de la idea de que la enseñanza es una prácticamoral e intelectual con una rica tradición. A mi entender, estos temas no han sido antes estudiados del modo sistemático e inte­ grado en que yo lo hago aquí. Estos aspectos indican caminos que los educadores pueden seguir para fusionar lo que se suele tratar por separado en la literatura aca­ démica y en la clase: la teoría y la práctica, la filosofía y la acción, las ideas y las conductas. Lostemas también giran alrededor de la cuestión que planteé al principio del capítulo: qué significa ser una persona que desempeña el papel de profesor. Una gran parte de mi libro se centra en e! individuo que ejerce ese papel. Ese énfasis no se debe entender en e! sentido de que desmerezca los valores reales que poseen los profesores, a saber, la colaboración entre ellos, su compañerismo o el hecho demantener el contacto con los padres, los trabajadores sociales y otras personas implicadas en la educación de niños y jóvenes. Muchos estudios recientes subra­ yan acertadamente estas consideraciones y otras relacionadas con ellas. Estos estu­ dios también destacan aspectos muy extensos sobre la reforma escolar y la reforma de la formación del profesorado, temas candentes en Estados Unidos y entodas partes. Aun así, «muy extenso» no significa «más importante» en lo que a ense­ ñanza se refiere. Como ya he argumentado anteriormente, la enseñanza nos pro­ porciona 'iUficiente información por sí sola como para conocer sus principios y su significado. La cuestión de lo que significa ser una persona en el pape! de profesor se responde mejor no desde un contexto ocupacional, sino desde uncontexto de tradición v práctica. La docencia ha sido y será, sobre todo, el trabajo de personas individuales que se comunican con personas normalmente más jóvenes, con quie­ nes participan en tareas educativas. Al escribir este libro yo también me he com­ prometido con este principio fundamental.

Capítulo 2

Persona, conducta y sensibilidad moral en la docencia
A juzgar por su larga tradición, elfactor más importante en la práctica de la ense­ ñanza es la persona que desempeña el papel de profesor. Ningún otro aspecto tiene más peso para influir en la calidad intelectual y moral de las clases que reciben niños, jóvenes y adultos durante sus años de experiencia escolar. Los materiales curriculares, la tecnología y e! apoyo de otros profesionales también son importan­ tes, pero su impactoen el aula depende de la capacidad de comprensión, de los conocimientos, de la iniciativa y de la receptividad del profesor. Estas premisas constituyen la base de una serie de cuestiones a las que las socie­ dades y las culturas han tenido que dedicarse desde e! mismo momento en que sur­ gió la práctica de la docencia. ¿Quién debería ejercer el papel de profesor? ¿Qué tipo de persona debería...