Trabajos
Era un día de fiesta en su pueblo. Un día de fiesta en Santiago de Chuco. Campanas, cohetes, bailes populares, toldos llenos de mercaderías abigarradas; plazasatiborradas de multitudes ebrias; arcos hechos con gasas, tules y papeles de colores; a través de los cuales han de pasar las andas transportando al patrón o la patrona del pueblo. Las gentesviviendo horas de recogimiento, unción y borrachera. Dentro de las casas un ir y venir de infinidad de personas con traje nuevo. Especialmente en la casa del alferado, que es un jubileo. Vallejo, como dediez años de edad va y viene; entra y sale. Su ansia no tiene límites. Su inquietud no conoce descanso. En su pecho se han confundido las inquietudes de todos los que participan en la fiesta. Va a laiglesia, da la vuelta a la plaza, vuelve a su hogar, sale nuevamente con su madre a visitar las tiendas y los toldos. El aire tiene olor a cirio, sahumerio y pólvora. A pan del valle, a pollerasguardadas y a cañazo. De repente, los repiques se hacen más enérgicos e insistentes. Estallan dos o tres camaretazos, y los bailarines inician sus frenéticos movimientos y contorsiones. Es la hora de laprocesión. Sacan las andas en hombros de seis u ocho mocetones cuyo paso no está sincronizado, porque unos han tomado más que otros. Detrás de las andas va el cura, salmodiando, ceñido de una pelliza...
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