trabalhos
Gabo como le decían a García Márquez, incluso aquellos que no lo conocían, patentó (si es que no inventó) un estilo narrativo —el realismomágico— que fue asociado no solo con la ficción latinoamericana sino también con la propia naturaleza de la región y confirmado, a veces, por sucesos noticiosos que se asemejan a sus cuentos, como por el ejemplo, el descubrimiento hace años de que un narcotraficante colombiano había construido en la cordillera andina un submarino.
El libro que puso al realismo mágico en el radar, más allá de lareputación que adquiriese en los círculos de críticos, fue “Cien años de soledad”, con su seductora mezcla de fantasía y crudeza. Sin embargo, años después, el escritor, ya habiendo obtenido el Nobel, confesó que estaba harto del libro con el que era asociado, y que prefería su contemplativa narración sobre las dictaduras latinoamericanas, “El otoño del patriarca”, o la maravillosa novela corta, “Elcoronel no tiene quien le escriba”.
Aun así, es fácil reconocer el estilo de García Márquez en todos sus libros, incluso en los que no son de ficción y en su autobiografía. Esta última, que narra las penurias del escritor colombiano durante sus años como periodista e incluye el principio de su amistad con Fidel Castro, contiene personajes de la vida real que aparecen y desaparecen de escena consalidas ocurrentes, dignas de Wilde o Shaw. Y en su novela biográfica sobre los últimos días de Simón Bolívar, una joven es llevada para pasar la noche con el general enfermo pero al estar éste demasiado débil para hacerle el amor, le dijo a ella a la mañana siguiente, que se va tan virgen como llegó, a lo cual ella responde: “nadie es virgen después de una noche con Su Excelencia”. Clásico del Gabo.FUERZA DE VIDA
El amor impulsa sus historias. No obstante, aun cuando no tiene éxito, aun el trágico amor es redimido siempre por una indomable fuerza de vida. Su última obra de ficción, “Memorias de mis putas tristes”, cuenta la historia de un hombre de 90 años que no ha conocido sino el amor comprado, y está disfrutando de una joven prostituta virgen, quien, para su gran sorpresa, al finalse enamora perdidamente de él.
El viejo continúa viviendo. El Gabo, a quien es fácil ver como una versión ficticia del escritor —más maduro, y sin embargo irresistible y prodigiosamente dotado— no lo hizo.
Probablemente sea sabio ignorar la tragedia de su fallecimiento y disfrutar de la tragicomedia de sus narraciones.
Gabriel García Márquez murió adinerado y amado, luego de pasar susaños mozos sin fama ni riqueza. En la plenitud de su vida, fue un estadista latinoamericano que caminó por Cartagena de Indias, por la costa caribeña de Colombia, usando una guayabera y pantalones color crema, y que era conocido por todos en la ciudad, pero —y esto es importante— que no había sido mitificado como un gigante de la literatura.
En lugar de ello, él entró en el folclore de su nativaColombia tropical, con el apodo de El Nobel, y con historias acerca de la bella mujer local con la que bailara toda la noche en carnaval, y que perdió sus zapatos, solo para se los devolvieran intactos a la mañana siguiente.
Cuando “Cien años de soledad” fue publicada, el escritor le dijo a un periodista que no sabía cuál era el alboroto, si estas eran solo un montón de historias que habían sidocontadas por su abuela. Los colombianos y otros que conocen a ese embriagante país de poesía, violencia y romances extremos, saben que El Gabo no le tomaba el pelo al entrevistador. Colombia es un país con casi demasiadas historias fantásticas. Afortunadamente, El Gabo estaba ahí para capturarlas.
Pero hubo un precio. Tiempo después, ya siendo famoso, García Márquez le dijo a un...
Regístrate para leer el documento completo.