TRALSA

LOS SECUESTROS Y LA OLA DE MIEDO EN LIMA
Tan solo un par de horas antes, el joven ejecutivo había estado riendo con amigos y brindando el cierre de un esperado negocio, en un concurrido cafélimeño. Ahora, aún aturdido por los nervios y los golpes, se encontraba lejos de su hogar y entrando descalzo a una Delegación Policial que no conocía. Dentro de la dependencia, los efectivos policiales nomostraban señales de asombro ante lo narrado por el reciente plagiado. Tan solo se limitaban a hacer las preguntas ya recurrentes y a redactar el correspondiente Atestado Policial como si fuese untrámite burocrático más. Tras realizar el breve cuestionario ya predefinido para identificar método, lugar de ocurrencia, número de secuestradores, armas utilizadas, bienes robados, etc., elsuboficial a cargo sólo atinó a intentar calmar los ánimos de la víctima con una frase que seguramente había dicho antes: “ya nada nos sorprende, señor”; apelando a la vieja táctica de mal de muchos…
Elpasado 17 de mayo, en concurrida conferencia de prensa,
el Director de la Policía Nacional de Perú, general Luis
Montoya, anunciaba lo esperado por toda la ciudadanía. A
pesar de cierta renuencia departe del Poder Ejecutivo y de
los altos comandos de la propia Policía Nacional, a partir de la
fecha, la División Anti-secuestros (Divise) se declaraba en
emergencia.
Semanas antes, elMinistro del Interior, anunciaba más
patrullajes como medida para tranquilizar a la ciudadanía,
afirmando, entre otras cosas, que en 20 días mejoraría el
sistema de patrullaje preventivo. Al terminarsu declaración,
el Ministro no perdió la oportunidad de instar al Poder
Judicial a aplicar a los secuestradores mayores sanciones, ya
que muchos de los malhechores habrían estado hasta tresveces en prisión y habían vuelto a salir en libertad. Esto
evidencia, claramente, una tendencia de las fuerzas del
orden a buscar todas las medidas de prevención ante una
modalidad criminal...