Transcripcion de un manuscrito de Miyo Vestrini

AL PIE DE LA LETRA...15-1-86.. Rulfo (Juan)

Enero, primer mes del año, parece también una suerte de
punto final. Nos abruman las ausencias: Juan Rulfo, quien
llevó la escritura mexicana a susmás altos niveles;Jaros-
lav Seifert, el poeta checoslovaco que recibió el Nobel en
1984; más cerca de nosotros, el padre Pedro Pablo
Barnola, linguista, investigador, docente y autor de
numerososensayos. (Y) Tambien tuvimos que lamentar la desapa-
rición del poeta (venezolano) Ramón Sosa Montes de Oca.
Retengamos hoy de la literatura un aspecto esencial: la
muerte no alcanza realmente a losescritores. Allí quedan
sus libros, sus palabras, sus personajes. Es como si no
se alejaran. Al contrario, con el tiempo, la herencia se
hace más sólida. ¿Quien ha olvidado, por ejemplo, a Ramóndel Valle Inclán, muerto también un mes de enero de 1936,
hace cincuenta años?
Tal es el caso de Juan Rulfo. Su obra, tan breve como densa
será siempre un deslumbramiento. Heredero de la llamadanovela de la revolución mexicana, con su pesada carga
realista y documental, marcado por el mundo rural de dónde
provenía, el escritor logró evadir por completo los cáno-
nes vulgares del realismo.Su novela, Pedro Páramo, de
apenas 150 páginas, es en este sentido una obra maestra.
Publicada en 1955, continúa siendo la viva presencia de
la soledad, el desamparo y la muerte. ¿Quien (norecuerda
aquellas líneas de estremecedora sencille(z):”..vine a Comala
porque me dijeron que aquí vivía mi padre, un tal Pedro
Páramo...”

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La vida de Juan Rulfo estuvo signada por el silencio. Ale-
jado de todo aquello que pudiera perturbar sus secretos
interiores, mantuvo herméticamente cerrado unespacio
propio al que muy pocas personas tuvieron acceso.
Siempre fue asi. Austero y anónimo empleado de la Oficina
de Migración en ciudad de México, Rulfo había escrito a
los veinte años...