Transforrmemonos interiormente
La persona que cambia puede equivocarse, pero la que no cambia nunca, puede estar viviendo toda su vida equivocadamente Y lo peor es que ni se entera. |
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Transformémonos interiormente |
Qué fácil es cambiar las cosas que están a nuestro alrededor.
Periódicamente no hay señora que no da vuelta los muebles del living. Se cambian los adornos. Sisiempre estuvieran los mismos sería aburrido.
¿Y nuestra imagen externa? Me corto el pelo distinto, o me lo tiño o me dejo el bigote.
Todas estas cosas externas es relativamente fácil cambiarlo o transformarlo.
Pero.....y mi interior? ¿Mi ser interno de persona?
Porque a lo mejor tengo un sentimiento dentro mío que tengo que cambiar, que tengo que transformar.
Yo sé muy bien que a lo mejorhay un disfraz en mi vida de novio, en mi vida de esposo, en mi vida de cristiano y sé muy bien que tengo que cambiar.
Y..... ¿qué pasa? ¿Qué pasa que no cambio?
Porque es fácil cambiar los muebles de lugar o mi vestimenta, pero nada hago para cambiar esa cosa que sé que debería cambiar de mi vida.
¿Saben que es lo que pasa? ¿Se lo han preguntado?
Resulta que cuando uno se decide a cambiarsiempre salen otras voces, internas nuestras, empezamos a oír otras voces que nos dicen, ¿por qué cambiar?. Es tan cómodo así.
Estas voces son dos actitudes incrustadas en nuestra vida.
El escapismo y la rutina.
¿En qué consiste el escapismo? El escapismo consiste en que cuando uno siente y descubre que hay algo que tengo que cambiar en mi vida uno inmediatamente escucha la voz del escapismoque dice: ¿yo voy a cambiar? No, Cambiaré cuando cambie el otro, cuando mi mujer cambie.
¿Por qué tengo que ser yo el que cambie? Eso es escapismo. Escapismo es cuando no hago lo que debo hacer yo y pongo por excusa que debe ser mi mujer la que debe cambiar. ¡Que cambie ella!! Cuando cambie ella, yo también voy a cambiar.
Esto es usar una excusa y escaparse del problema por eso lo llamoescapismo.
La Rutina
La otra voz es la rutina. La rutina es la voz que me dice: si todo está bien, si todo funciona, ¿por qué tengo que cambiar? Pero si nosotros somos un matrimonio que no tenemos ni un si ni un no. No hacemos mal a nadie, todo funciona, ¿para qué cambiar?
Esto es la voz de la rutina.
Y entonces nos abandonamos, nos arrutinamos.
No sé si la palabra existe en el diccionario.Y aquello que me di cuenta que debía cambiar porque nos afectaba nuestra vida diaria de familia, pues no lo cambio porque me he apoltronado.
La rutina o monotonía es un peligro que acecha a todo matrimonio.
Los cónyuges se hallan sometidos a la rutina diaria, qué duda cabe, o a las necesidades del trabajo de él, o de la casa para ella y no les digo nada si los dos tienen que salir a trabajarafuera.
Hay un doble problema.
Quizás podríamos preguntarnos si hay remedios contra esa clase de peligros. Si, por supuesto que lo hay.
Piensen que el sentido de nuestra dependencia de Dios hará que la oración a nuestro Cristo Nupcial suplirá en muchos momentos nuestras debilidades humanas y nos ayudará a salir de esa rutina rejuveneciendo el amor.
Que quizás será distinto de aquel amorde los primeros años, pero si lo he cultivado, es un amor que está bien plantado y tendré que buscar la forma de rejuvenecerlo y que siga dando quizás un fruto distinto. Una manera distinta.
Que no deje nunca el marido de cortejar un poco a su mujer.
Uno sabe muy bien si le gusta una flor, si le gusta un chocolatín o si le gusta un helado.
Es cuestión de no olvidarse de estas pequeñascositas que hacen agradables a la vida del otro y que en definitiva la hacen también agradable a la de nosotros dos.
Que la mujer trate siempre de atraerse al marido.
Muchas veces yo ya lo he dicho. ¿Saben cuál era la mejor virtud de mi mujer, Lydia? Que no la conocí desarreglada. Yo no pude saber cómo hubiera sido Lydia desarreglada.
Era una virtud, además de otras que tenía: era buena...
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