Transversalidad en el trabajo cultural
Por Oscar Garduño Ruiz
A) Sobre la necesidad de trabajar transversalmente
El trabajo cultural formativo y el desafío para buscar soluciones a los problemas de género, violencia intrafamiliar, drogadicción, delincuencia, y otros males, motivando al público a través de la información, la educación, el deporte, el esparcimiento y la cultura engeneral, no son responsabilidad de una sola organización o dependencia, llámese esta secretaría, procuraduría, fundación, centro, regiduría, universidad, club o cualquiera otra institución pública o privada que por vocación o mandato legal atienda estos asuntos.
Una institución no puede sola y poco logra trabajando de forma aislada y peor aún si los programas que aplica no partieron de lasverdaderas necesidades de una región o zona específica, sino de la mente de un funcionario o de un equipo, que lo elaboró desde un escritorio. Las instituciones no pueden ser cotos de poder, ni trampolines para colgarse estrellas y brillar en el cielo de la promoción social a la espera de un mejor puesto público. Las instituciones deben realizar y cumplir cabalmente con su labor social, pertenecen a laciudadanía y están para servirle.
Por ello los proyectos formativos y motivadores de una conducta social orientada a la creación, deben operarse con esa visión de servicio, deben partir y fundamentarse en una realidad social concreta e incidir en ella para mejorarla. Esto no es fácil, se deben sumar los esfuerzos y los recursos para así crear la sinergia necesaria que nos permita trascender eneste trabajo social-cultural.
En nuestro México las políticas de desarrollo han tenido tradicionalmente una visión y aplicación sectorial, en la cual las estrategias se deciden sin tomar en consideración su articulación con otras políticas, que muchas veces son, no únicamente complementarias, sino gemelas o duplicadas, sin plantearse el enfoque de progreso escalonado que nos permita ir evaluandoy logrando metas de avance en la formación. La acción del Estado se ha caracterizado por operar desde el lado de la oferta institucional. En tal sentido, el diseño de la mayoría de los programas de desarrollo se realiza sin la participación de los grupos interesados y se ofrece a los mismos un menú de proyectos predefinidos sin la necesaria visión de proceso. Muchas veces se tienen los recursospara el programa y este se llena con las actividades que se tienen a la mano, sin investigar si son las adecuadas para el lugar o si esa acción responde verdaderamente a las necesidades, segmento y edad del público al que se dirige. Pareciera que la premisa es hacer, solo hacer y no siempre analizando a conciencia lo que se hace, se hace y se hace, repitiéndolo con gran orgullo, sin evaluar si lapoblación requiere ya de otra cosa. Esta forma de operar vertical y poco flexible ha tenido por resultado una gran inversión pública con pocos resultados exitosos.
Quizá donde con mayor frecuencia y facilidad pueden converger los aspectos sectoriales y territoriales es el municipio, pero en la mayoría de ellos se tiene fuertes debilidades de planeación y gestión, por lo cual no se está encondiciones de vertebrar la oferta de programas gubernamentales de acuerdo con sus necesidades.
Para cambiar la situación descrita se requiere desarrollar y fortalecer el capital humano y social local.
Operar exitosamente proyectos formativos de gran alcance y que sean rentables, requiere detectar las auténticas necesidades de un lugar. Partir del trabajo directo con las familias, comunidades ocolonias, y posteriormente establecer la coordinación con otras dependencias, municipales, estatales, federales e internacionales, para sumar los recursos necesarios y enriquecer con distintas acciones y diferentes puntos de vista, las posibles soluciones a los problemas. Lograr esto, requiere la aplicación de criterios de transversalidad, trabajo interinstitucional, interdisciplinariedad y la...
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