Tras los muros de estas estancias cordobesas se encierran siglos de la historia colonial de nuestro país
La Compañía de Jesús había sentado sus bases en lo que hoy conocemos como la Manzana Jesuítica en la ciudad de Córdoba. Allí se erigieron la Iglesia de laCompañía, el Colegio Máximo y el Convictorio, donde en la actualidad funcionan la Universidad Nacional de Córdoba y el Colegio Nacional de Monserrat.
Desde hace más de 400 años, sus aulas y claustrosalbergan a estudiantes venidos de distintos lugares en busca de conocimiento, que se respira en todo su ambiente y su arquitectura. Su construcción, dirigida por los misioneros y realizada por miles deaborígenes que aprendieron el oficio de albañiles, artistas orfebres, ebanistas y herreros, todavía puede apreciarse intacta en las bóvedas y retablos de la Compañía y la Iglesia Doméstica. En ellasse refleja un estilo único y singular, objeto de estudio de los expertos por la fusión del arte nativo con el barroco europeo.
Pero para que la misión evangelizadora y educadora pensada por SanIgnacio de Loyola pudiera concretarse, necesitaban generar sus propios recursos. Fue así que entre los siglos XVII y principios del XVIII, la orden ignaciana, para lograr el mantenimiento de la ManzanaJesuítica, adquirió o construyó seis estancias en la región serrana: Caroya (1616), Jesús María (1618), Santa Catalina (1622), Alta Gracia (1643), La Candelaria (1683) y San Ignacio (1725). Esta última, yadesaparecida, estaba ubicada en la zona de Calamuchita.
El camino de las Estancias Jesuíticas
Estancia Santa Catalina
Estancia Jesús María
Estancia La Candelaria
Estancia de CaroyaManzana Jesuítica
Estancia de Alta Gracia
Las Estancias Jesuíticas eran establecimientos agro-ganaderos que contaban con puestos, corrales y potreros para ganado vacuno, lanar,...
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