Trasmitir Un Oficio
Hoy qUISIera, por excepción, tratar de explicitar UlI poco las intenciones fwdagóg'icas con las cuales deseo llevar a cabo este seminario, En la próxima sesión, le pediré acada 111I0 de los participantes que se presente brevemente y exponga en pocas palabras el tema de su trabajo; esto, insisto, se hará sin preparación especial, en una forma muy natural. Lo que quieroescuchar no es un planteamiento formal, es decir, uno de tipo defensivo y centrado en sí mismo, que ante todo intente (lo cual es comprensible) cOl~jurar el miedo a la crítica, sino una presentaciónsencilla y modesta del trab,uo realizado, las dificultades encontradas, los problemas, etc. No hay nada m;ís universal y universalizable que las dificultades. Cada uno de ustedes sentirá gran alivio .aldescubrir que muchas de las dificultades que atribuía a su torpeza o incompetencia personales son universalmente companidas, y todos sacarán gran provecho de los cons~jos en apariencia muyindividualizados que yo pueda ofrecer. Debo scflaJar que, de paso, entre todas las disposiciones que quisiera poder inculcar, está la capacidad de concebir la investigaciÓn como una empresa racional; no comouna especie de búsqueda mística, de la cual se habla con énfasis, para tranquilizarse, pero con lo cual sÓlo se logra aUlnentar el miedo o la angustia. Esta postura realista -lo cual no es sinónimo decínica- está encaminada al máximo rendimiento de las inversiones y la óptima distribuciÓn de los recursos, empezando por el tiempo del que se dispone. Sé que esta manera de vivir el trabajo científicotiene visos de desencanto y que puede afectar la imagell que de sí mismos llUlTlerOSOS investigadores pretenden preservar. Sin embargo, tal vez sea la mejor e, incluso, la única forma de ampararsecontra decepciones mucho más dolorosas, como la del investigador que cae de su pedestal después de muchos aÚos de autornistificación, durante los cuales dedicó más energías a tratar de conformarse a la...
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