Trastornos De Personalidad E Influencia Neurohormonal 1
I.
INTRODUCCION:
Este trabajo monográfico, reviste una importancia vital en mi
formación como Terapeuta de Familia, por el estudio de los
trastornos de personalidad y su impacto en el sistema nervioso y la
producción de hormonas, que por cierto son muchas, y finalmente
consolidan una característica individual y su patología, permitiendo
el desarrollo de una teoría, diagnóstico e intervención terapéutica.
os trastornos de personalidad son muy comunes. Se estima que
L
entre el 10% y el 13% de la población general tiene algún trastorno
de personalidad (1). Por otra parte, el diagnóstico de trastorno de
personalidad parece ir en aumento; Loranger ha señalado que en
un hospital universitario en Norteamérica dicho diagnóstico aumentó
desde el 19,1% al 49,3 % al pasar desde la era del DSMII a la del
DSMIII (2).
en la influencia neurohormonal que ejercen los diferentes
Interesados
trastornos de la personalidad, encontramos lo siguiente:
Entre las sustancias neuropeptídicas más relacionadas con el comportamiento agresivo esta la serotonina. Este neurotransmisor
regula las funciones nerviosas relacionadas con la adaptación del
organismo a determinadas situaciones de riesgo o de intensa
respuesta emocional. Los humanos muy impulsivos (también en
experimentación en animales) presentan una disminución de
serotonina en su cerebro. No es tan simple como administrar
serotonina para controlar determinados comportamientos violentos,
sobre todo aquellos ligados a alta impulsividad, ya que otras
sustancias modulan la acción de la serotonina. Existe pues un
desequilibrio neurohormonal implicado en los procesos de
homeostasis y normal funcionamiento cerebral. (3).
II.
Marco teórico:
1.
Concepto:
Los trastornos de personalidad
son un conjunto de perturbaciones o
anormalidades que se dan en las dimensiones
emocionales
,
afectivas, motivacionales y de relación social de los individuos.
Trastornos de personalidad:
Pautas de comportamiento inadaptado
muy enraizadas, generalmente reconocibles antes o durante la
adolescencia y que continúan durante la mayor parte de la vida adulta, aunque a menudo se hacen menos obvios en la edad mediana
o en la vejez. La personalidad es anormal, bien en el equilibrio de sus
componentes, y en la calidad de su expresión, o bien en su conjunto.
A causa de esta desviación o psicopatía el paciente sufre u otros
tienen que sufrir, y hay efectos adversos sobre el individuo o la
sociedad. Incluye lo que a veces se llama la personalidad psicopática, pero si ésta se ve determinada primordialmente por un
funcionamiento defectuoso del cerebro, debe clasificarse como uno
de los síndromes cerebrales orgánicos no psicóticos. Cuando el
paciente manifiesta una anomalía de personalidad directamente
relacionada con su neurosis o psicosis, por ejemplo, personalidad
esquizoide y esquizofrenia o personalidad anancástica y una neurosis compulsiva obsesiva, debería diagnosticarse además la neurosis o
psicosis manifiesta.
Trastorno antisocial de la personalidad:
Trastorno de personalidad
caracterizado por indiferencia hacia las obligaciones sociales, falta de
sentimientos hacia los demás y violencia impetuosa o
despreocupación insensible. Hay una disparidad enorme entre el
comportamiento y las normas sociales vigentes. El comportamiento no es fácilmente modificable mediante la experiencia, incluyendo en
ella el castigo. Las personas con este tipo de personalidad a menudo
son afectivamente frías y pueden ser anormalmente agresivas o
irresponsables. Su tolerancia a la frustración es baja; culpan a otros u
ofrecen racionalizaciones plausibles del comportamiento que les lleva
hasta el conflicto con la sociedad.
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