Tratado de ateología
COLECCIÓN IDEAS
Ediciones de la Flor
MICHEL ONFRAY
TRATADO DE ATEOLOGÍA
Física de la metafísica
Prólogo a la edición argentina:
Esther Díaz
H
EDICIONES DE LA FLOR
Onfray, Michel
Tratado de ateología.— 3a. ed— Buenos Aires : Ediciones de la Flor, 2006. 272 p.; 20x14 cm.
ISBN 950-515-271-X
1. Ensayofrancés I. Título CDD A844
Título del original francés: Traite d'athéologie. Physique de la métaphysique
© 2005 Éditions Grasset &í Fasquelle, París, Francia
Traducción: Luz Freiré
Revisión técnica: Florencia Verlatsky
Tapa: Lima + Roca
Tercera edición: agosto de 2006
© 2005 by Ediciones de la Flor S.R.L. para su venta exclusivamente enArgentina, Uruguay y Chile.
© 2005 sobre la presente traducción by Ediciones de la Flor S.R.L.
Gorriti 3695, C1172ACE Buenos Aires, Argentina.
www.edicionesdelaflor.com.ar
Queda hecho el depósito que establece la ley 11.723 Impreso en la Argentina Printed in Argentina
ISBN-10: 950-515-271-X ISBN-13: 978-950-515-271-1
ÍNDICE
PrólogoMás allá del principio divino 4
Prefacio 9
Introducción 12
Primera parte Ateología 16
I La odisea de los incrédulos 16
II El ateísmo y la salida del nihilismo 23
III Hacia una ateología 29
Segunda parte Monoteísmos 38
I Tiranías y servidumbres de los mundos subyacentes 38
II Autos de fe de lainteligencia 42
III Desear lo contrario de lo real 42
Tercera parte Cristianismo 42
I La construcción de Jesús 42
II La contaminación paulina 42
III El Estado totalitario cristiano 42
Cuarta parte Teocracia 42
I Pequeña teoría de la selección de citas 42
II Al servicio de la pulsión de muerte 42
III Por ellaicismo poscristiano 42
Bibliografía 42
Ateísmo 42
Monoteísmos 42
Cristianismo 42
Teocracia 42
Prólogo
Más allá del principio divino
Esther Díaz
Los difíciles momentos de cambio que estamos viviendo indican que ha llegado la hora de repensar si es posible liberarnos de las moralinas que en nombre de lo divino atentan contrael deseo y la razón, tal como propone Michel Onfray en este lúcido libro. Oscuros dispositivos religiosos promueven simulacros como si fueran realidades. Los tres grandes monoteísmos vigentes atentan contra el cuerpo, el placer y la vida. Se pliegan así a un nihilismo negativo que cree en ficciones, inventa culpas y produce sometimiento. Sin embargo, se puede pensar en un crecimiento fructíferoy poderoso que emanaría de un nihilismo positivo, cuya inmanencia despojaría al cielo de falsos dioses y reforzaría la voluntad de existir. Tomaríamos distancia así de las posiciones metafísicas que nos emborrachan con el fiero aliento de los fanatismos trascendentes.
La astucia del accionar teocrático no sólo reafirma el engaño conceptual de los creyentes, ha inseminado también losestamentos laicos. Es cierto que algunos monoteísmos encuentran adhesiones menos ostentosas que en otras épocas. Pero siguen convocando multitudes ante la muerte de un líder, siguen manteniendo cruzadas religiosas suicidas, siguen invocando principios divinos para expropiar, excluir, torturar, matar. Se esgrimen ideales teocráticos tanto para enjuiciar las cotidianidades humanas como para justificarlas guerras soeces. Pues, según el autor, a pesar de los infantilismos conceptuales, la crueldad con los no adherentes, las contradicciones ontológicas y la moral pacata, las grandes religiones gozan de buena salud. Lejos están de debilitarse y sus súbditos de insubordinarse. Hasta los laicos —por infiltración cultural— asumen sus códigos domesticadores. Esos principios morales soterradamente...
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