Tratado de Ryswick, Aranjuez y Basilea
Tratado de paz firmado en 1697 entre Francia y los países miembros de la Liga de Augsburgo. La paz de Ryswick supuso un parón en la política imperialista de Luis XIV. Con este pacto, Francia se comprometió a devolver las anexiones territoriales (reuniones) que había realizado entre 1679 y 1689 de forma unilateral, alconsiderar que dichos territorios pertenecían a su soberanía en virtud de antiguos tratados.
En junio de 1686 se formó la Liga de Augsburgo, también llamada de los Nueve Años, con el fin de luchar contra la avasalladora política europea de Luis XIV. El monarca francés inició la guerra contra la alianza ante la negativa de ésta a reconocer las anexiones francesas. Formaron la Liga el emperadoraustriaco, el duque de Baviera, el elector del Palatinado, los príncipes de Renania y Franconia y los reinos de España y Suecia. Las bases de la alianza eran la defensa mutua y el mantenimiento de la situación política aceptada en las paces de Nimega y Ratisbona. Inglaterra y Holanda se incorporaron a la alianza al subir al trono inglés el estatúder Guillermo III de Orange. Por otra parte, elmatrimonio de Carlos II de España con la cuñada del emperador Leopoldo I, Mariana de Neoburgo, hizo que la guerra adquiriese dimensión colonial y continental. La precaria salud del rey español y su evidente incapacidad para concebir un heredero, habían convertido la sucesión al trono español en el principal problema de la política europea. Por ella se enfrentaban Luis XIV y el emperador Leopoldo, quedeseaban influir en la corte madrileña para decantar el testamento del rey en favor de sus candidatos respectivos.
Con esta cuestión como telón de fondo, en 1688 se inició la guerra, al invadir las tropas de Luis XIV el Palatinado y ocupar las ciudades de Colonia y Lieja. Fue ésta una guerra demasiado larga y con frentes muy dispersos, tanto terrestres como marítimos. En 1893 se hizo evidente laimposibilidad de llegar a una victoria definitiva de uno u otro contendiente. Los recursos económicos de ambos bandos se agotaban. Finalmente, se entablaron negociaciones para la pacificación, sin que se llegara a ningún acuerdo, por lo que la guerra se reanudó en 1694.
No fue hasta 1696, con la salida de la Liga del duque de Saboya, Víctor Amadeo II, y su firma de un tratado de paz por separadocon Francia, cuando se pusieron las bases para una solución definitiva. Por otra parte, las sucesivas victorias militares franceses en la última fase de la guerra hicieron más urgente para los aliados el fin de la guerra. Guillermo III de Orange fue derrotado en los Países Bajos; en el frente español, Barcelona caía en manos francesas el 10 de agosto de 1697; en el mar, la armada francesa cosechóuna aplastante victoria en la batalla del cabo de San Vicente. El monarca sueco Carlos XI se ofreció como mediador en las conversaciones. A pesar de sus triunfos militares, también Luis XIV buscaba una resolución pacífica del conflicto, por dos motivos: primero, porque la prolongación de la guerra había agotado sus arcas; segundo, porque su ambición de colocar en el trono de España a su nieto Felipede Valois, a la muerte de Carlos II, le impelía a sellar la paz con España y enviar con urgencia un embajador a la corte madrileña. Inglaterra y Holanda aprovecharon esta coyuntura para entablar los primeros contactos. Fueron seguidas por España y, sólo a regañadientes, por Leopoldo I, que temía quedar aislado frente al gigante francés.
En el castillo de Nieuwburg de Ryswick, cerca de La Haya,se habían iniciado las negociaciones de paz el 9 de mayo de 1697. Los representantes de cada país eran: Bernardo de Quirós y Tirimont por España; el conde de Kaunitz, Stratmann, el barón Seilern y el conde Auesperg por el emperador; el conde Pembroke, lord Williers y Williamson por Inglaterra; por Holanda, Weede van Dykvelt, Boerl y Haaren; y, finalmente, Harley, Verjus, Crécy y Cailhieres, por...
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