Tratados
Enrique Florescano, en la Jornada, 9 de febrero de 2001, México, en Historia de las Historias de México, número 6, 8 p.
Durante los dos primeros siglos del gobierno español proliferaron diversas interpretaciones del pasado, circunscritas por un enfoque corporativo. Las órdenes religiosas y las ciudades criollas apoyaron un relato que narraba susorígenes y encomiaba a sus protagonistas. Los grupos étnicos encerrados en los límites de la República de indios, recrearon sus tradiciones y las mezclaron con los legados europeos, dando lugar a una memoria local que fue el asiento de su nueva identidad, es decir, se trata de discursos ensimismados, de relatos que rechazan la memoria del otro y expresan profunda división que separaba a lospobladores de Nueva España en clases, estamentos, grupos y etnias antagónicas. En estos años no se dieron las condiciones para imaginar una historia que comprendiera el conjunto del virreinato. Hubo que esperar hasta la segunda mitad del siglo XVIII para que se despejara el horizonte de la recuperación histórica.
EL PATRIOTISMO CRIOLLO
Los nombres de Francisco de la Maza, Edmundo O´Gorman, LuisVilloro, Luis González y David Brading encabezan el elenco de notables historiadores que iluminó los rasgos del movimiento propulsor de los primeros símbolos de identidad y emblemas de la patria criolla. De ese río que nace delgado en el siglo XVI con las primeras generaciones de gente criolla y se desborda en el XVIII se distinguen tres ramales: la formación de lazos de identidad con la tierra deorigen, la construcción de un pasado antiguo que le brinda un piso firme a la patria que busca definirse, y la aparición de símbolos que encarnan los valores patrios.
Ser criollo se convirtió en un problema de identidad cuando los primeros descendientes de padres españoles y madres americanas tuvieron que presentar pruebas de que la tierra que reivindicaban como herencia era verdaderamente propia.Apropiarse física y culturalmente de la tierra extraña fue uno de los primeros desafíos de la gente criolla. A fines del siglo XVII los criollos encontraron en la exuberante naturaleza americana y en el exótico pasado indígena dos elementos que los separaban de los españoles y afirmaban su identidad con la tierra de nacimiento. Imperceptiblemente, la tarea de reconocer y describir el territorio,una función que antes había recaído en los exploradores europeos, se transformó en responsabilidad de los oriundos del país. Los criollos comenzaron a adentrarse en el conocimiento del territorio cuando se estrenaron de agrimensores en los innumerables pleitos de tierras que se suscitaron cuando se mandó concentrar a los campesinos en pueblos trazados a la española y se delinearon los primerosplanos urbanos y cartas regionales.
En las Relaciones geográficas que Felipe II mandó colectar hacia l580 numerosos criollos colaboraron con los indios viejos y las autoridades virreinales para componer las relaciones y mapas de las aldeas de Nueva España. En el siglo XVIII la elaboración de unas Relaciones topográficas incrementó el acervo de conocimientos sobre la geografía del país. El siglo dela ilustración fue también el de la ampliación de las fronteras del virreinato. Para frenar la expansión de los rusos en la costa del Pacífico y de los ingleses y franceses en la del Atlántico, una avanzada defensiva y colonizadora sembró presidios militares, misiones de religiosos, haciendas de minas y nuevos poblados en esos territorios dilatados.
La ampliación de la frontera norte coincidió conla era de los viajes de exploración científica y con el furor de registrar el territorio y clasificar la flora y la fauna. Los nuevos asentamientos, las expediciones científicas y las estrategias defensivas provocaron un alud de conocimientos que se tradujo en una nueva imagen del país. El mapa, un medio de comunicación que cobró auge en esos años, dio a conocer esa imagen. En l748 se publicó...
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