tratamiento de la distemia
El mejor conocimiento de la evolución de los trastornos del ánimo y la demostración de su naturaleza altamente recidivante han provocado un desplazamiento del énfasis terapéutico desdeel alivio sintomático hacia la detección precoz, la intervención terapéutica enérgica, el tratamiento de mantención y la prevención de recaídas. Este enfoque busca optimizar la calidad de vida de losafectados en el largo plazo. Así, el tratamiento de los trastornos del ánimo incluye fases aguda, continuada y preventiva.
El manejo clínico de los trastornos depresivos en su fase aguda debecomenzar con la evaluación de peligro vital que el cuadro pudiera involucrar. Es absolutamente mandatorio realizar un cuidadoso interrogatorio sobre ideación suicida en todo paciente deprimido. Extremoretraimiento, intensa desesperanza o ideas de muerte que se acompañen o no de planes suicidas (aunque no parezcan factibles o letales), acciones autodestructivas previas o un inadecuado sistema de apoyoo cuidado familiar, deben motivar la evaluación inmediata por el especialista. Un porcentaje importante de estos casos requiere hospitalización. La presencia de psicosis, síntomas catatónicos u otrasformas de compromiso significativo de la integridad fisiológica del paciente, como también el curso recidivante o refractario al tratamiento, representan cuadros que deben ser manejados por unpsiquiatra con experiencia.
En el estudio de todo paciente con un trastorno mayor del ánimo se debe descartar un cuadro médico no psiquiátrico subyacente.
Una vez hecho el diagnóstico de un trastornodepresivo mayor, y descartado un cuadro bipolar, se inicia un tratamiento con antidepresivos. Estos pueden ser antidepresivos cíclicos, inhibidores de la monoamino-oxidasa (IMAO) o inhibidoresselectivos de la recaptura de serotonina (ISRS). Ningún medicamento puede ser recomendado como óptimo para todos los pacientes. Generalmente se elige un antidepresivo basado en su perfil de efectos...
Regístrate para leer el documento completo.