Trato preferente
29. IGUALDAD, DISCRIMINACIÓN
Y TRATO PREFERENTE. Bernard R. Boxill
Peter Singer (ed.), Compendio de Ética
Alianza Editorial, Madrid, 1995 (cap. 29, págs. 457-468)
1. Introducción
Al recordar la sentencia del Tribunal Supremo de los Estados Unidos de 1954 contra la
segregación en las escuelas, y la revolución de los derechos civiles que desencadenó, a
finales del siglo XX muchaspersonas empezaron a esperar que finalmente el sentido
americano del juego limpio hubiese ganado la partida a los prejuicios y el racismo. Por ello,
estas personas se sintieron amargamente defraudadas cuando, más de treinta años después
de aquélla decisión histórica, las principales universidades americanas registraron una
oleada de incidentes raciales. Por supuesto, sabían que el racismo seguíaexistiendo. Se
habrían entristecido, aunque no sorprendido, al tener noticia de incidentes comparables o
incluso peores en alguna atrasada aldea rural del sur profundo. Pero estos incidentes habían
tenido lugar en el norte, y en los bastiones tradicionales de la ilustración y el liberalismo
como las universidades de Massachusetts, Michigan, Wisconsin, así como Dartmouth,
Stanford y Yale.¿Cuál fue la causa de este retroceso?
Según algunos eruditos, hay que echar las culpas al trato preferente. En su artículo de
Commentary, por ejemplo, Charles Murray afirmaba que el trato preferente fomenta el
racismo porque maximiza la probabilidad de que los negros contratados para un empleo, o
que ingresan en una universidad, tengan menos capacidades que sus homólogos blancos; y,
a renglónseguido, advertía de manera ominosa que los recientes incidentes raciales no eran
más que un «pequeño anuncio de 10 que podremos ver en los próximos años».
Los defensores del trato preferente responden que aunque éste pueda suscitar una
animosidad inmediata, a largo plazo permitirá una sociedad racial y sexualmente
armoniosa. Muchos afirman también que este trato está justificado porque ayuda acompensar a quienes han sido indebidamente perjudicados por prácticas y actitudes racistas
y sexistas. El presente ensayo es un intento de valoración de estas tesis.
Como sugiere el párrafo anterior, hay dos principales tipos de argumentos en favor del trato
preferente. El primer argumento, de carácter prospectivo, justifica el trato preferente por
sus consecuencias supuestamente buenas. Elsegundo argumento, de carácter retrospectivo,
justifica el trato preferente como compensación por perjuicios indebidos en el pasado. En
esta sección voy a presentar brevemente estos argumentos y los principios igualitarios en
que se basan. Comencemos por el argumento retrospectivo. La versión más plausible de
este argumento se basa en el principio de igualdad de oportunidades. La idea rectora deeste
principio es que las posiciones de una sociedad deberían distribuirse sobre la base de una
competencia equitativa entre individuos. Este argumento tiene dos partes, ambas necesarias
para captar esa idea. La primera es que deben concederse posiciones a los individuos con
cualidades y capacidades que les permiten realizar mejor las funciones que se espera
cumplan quienes ocupan esasposiciones. Así, exige que se evalúe a los individuos para
ocupar posiciones estrictamente sobre la base de sus cualificaciones para estas posiciones.
La segunda es que los individuos deben tener las mismas oportunidades de adquirir las
cualificaciones para las posiciones deseables. Esto exige por lo mínimo que las escuelas
elementales y secundarias proporcionen a todos las mismas ventajas tanto sison ricos como
si son pobres, negros o blancos, hombres o mujeres, incapacitados o no.
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La mayoría de las sociedades violan de forma rutinaria ambas partes del principio de
igualdad de oportunidades. Por ejemplo, en la mayoría de las sociedades con frecuencia se
descarta a determinadas personas para determinados puestos simplemente por tratarse de
incapacitados, ancianos, mujeres o...
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