Travesía inolvidable

TRAVESIA INOLVIDABLE
Eran seis adultos y diez niños; todos a bordo del "Genovés II". Un Yate de primera, comprado de segunda!
"Qué alegría…quién diría!" Será un corto viaje y disfrutarían de las delicias de un estimulante chapuzón en las vírgenes playas de Meanguera del Golfo.
Y así fue: del Yate a la playa y de la playa al Yate (a puro nado).
No sin antes contemplar la belleza de esa islarocosa sin igual; montaña majestuosa de imponente verdor!.
Diez marinos saludan con su bronceado absoluto.
"Vinisteis a remo?, preguntaron ". "Hasta aquí y a remo, ni lo piense Usted!". "Vinimos en barco y esta pequeña inflable es mera diversión!".
Y vaya que sorpresa encontrar a Don Lito, antiguo lanchero del mismísimo "Genovés II".
"Y Usted Don Lito, qué hace por acá?"
"Le cuido a Don Chachiesta linda playa del "Majagual"… Que dá coco en abundancia… Y eso sin mencionar, el mango y la naranja que viera qué buenas están".
"Y ahora Don Fede, con quién anda Usted?"
"Don Teyo se llama nuestro lanchero, respondió orgulloso el capitán".
"A pues si es Teyo, qué bueno, pues bien que lo conozco y tronco de lanchero que es!".
Ay qué manera Don Lito, de hacérnoslo saber, …que ya es hora delevar anclas y zarpar, pues la tormenta está por comenzar.


......."Leven anclas marineros!" fue el grito del capitán. Y después del chasquido de ambos motores, comenzamos a surcar aquel océano…ya no muy pacífico.
Cinco minutos bastaron para verla cubrir el horizonte; era muy negra y muy peluda y se acercaba por detrás!.
Ya el viento arreciaba y las olas crecían con evidente promesa demareos, náuseas y quién sabe cuántas sorpresas más…!
El azahar quiso entonces una prueba generar: que un motor se apagara y no funcionara más. El noble "Genovés" fue forzado a aceptar, un paso lento como tortuga…Y que no tortuga de mar.
Comenzó la lluvia fuerte, que consigo trajo el frío. No supimos calcular ni cómo ni cuándo, pero todo oscureció.
Sin señal alguna de tierra, ni a babor ni aestribor, el mar parecía más inmenso y el "Genovés II" cada vez menor.
El muy chelito y "digno hijo de tata" fue el primero en expresar su propio malestar: "Es el cuartito del Genovés quien me hace producir tales chorros de agrio líquido… que qué cafesoso está. Ya no quiero estar ahí".
Una voz fuerte y ronca le respondió sin titubear: "Que no importa lo que quieras, te vas de regreso ya, pues tendrásque resguardarte de la malvenida lluvia y de este frío infernal!".
No mucho tiempo después… sonó la queja mayor:
"Ay, Ay … ya no aguanto más, qué horror …, ME ESTOY HACIENDOO!", repetía un tripulante.
A los pocos segundos, era increíble el estrendor …no de los truenos, sino del anuncio de que llegaba el momento de la expulsión, prrrrrrr!
Y qué decir del marinero, que pasaba a estribor en subarco camaronero, de quién el grito se escuchó: "Quién es el cachetón del puro?" "Qué simpático amigo, pero qué POCO PUDOR!".
Por un error en el cál-culo, la colilla le cayó dentro del mentado Genovés; quien aunque quiso, no lo pudo ocultar, pues era realmente ofensivo, aquel poderoso apestor.
Fue esto lo que, sin duda, terminó por provocar, la pérdida total de la compostura del bienamado capitán,quien entre morado y verde emitió su dictamen final: "Lugarteniente: tome pronto este timón; debo ocuparme YA, de mi propia enfermedad!"
"OOAAHH, OOAAHH!".
Sin previo entrenamiento, salvo el adquirido en diversas visitas a los "carritos chocones" del Campo Marte, el lugarteniente se dispuso a aceptar el reto con honor. Sólo el suspiro del amigo Teyo ensombreció el mágico momento:
"Y este amigo,puede manejar??"
"Denme, se los ruego, una sola oportunidad, pues les aseguro que no se arrepentirán. Sólo díganme por dónde es que debo cruzar!".
La conversación entre el capitán y el tripulante cagón era ciertamente de lamentar: "Pero qué irresponsabilidad la nuestra mi bienamado capitán… no hemos podido traer ni un tan solo salvavidas para tanta criatura indefensa!!!".
"No insista más… mi...